Última actualización 13 septiembre, 2024 por Alberto Llopis
El FC Anzhi , un equipo ubicado en la región de Daguestán, al sur de Moscú, fue en su momento un club que acaparó titulares en todo el mundo debido a la impresionante transformación que vivió tras la llegada del multimillonario ruso Suleyman Kerimov en 2011. Hasta entonces, el Anzhi solo había tenido un destello de éxito en el año 2000, cuando finalizó en cuarto lugar en la Premier League rusa y consiguió su primera clasificación para la Copa de la UEFA, aunque fue eliminado en la primera ronda por el Glasgow Rangers.
La revolución de Kerimov en el FC Anzhi en 2011
La adquisición del club por parte de Kerimov supuso una inyección económica sin precedentes. El magnate, dueño de grandes empresas de gas y petróleo en Daguestán, con una fortuna estimada en más de 7.800 millones de dólares, no escatimó en gastos para convertir al Anzhi en un gigante del fútbol europeo.
El primer gran movimiento fue la contratación de Guus Hiddink como entrenador, un técnico con experiencia mundial y al exfutbolista del Real Madrid, Roberto Carlos, que firmó por 2 años a razón de 10 millones de dólares anuales.
Pero si lo de Roberto Carlos era ya un pelotazo económico, aun quedaba el fichaje más destacado. Ese fue el de Samuel Eto’o, quien llegó en 2011 con un salario de 20 millones de euros anuales, convirtiéndose en el jugador mejor pagado del mundo por encima de Messi y Cristiano que estaban en su prime.
A Eto’o se unieron figuras como Yuri Zhirkov y Mark Boussoufa, lo que hizo que el FC Anzhi se convirtiera en un equipo lleno de estrellas.
Un proyecto lleno de lujo, mucho lujo
La vida de los jugadores del Anzhi también fue objeto de atención debido a las extravagancias proporcionadas por Kerimov. El equipo vivía y entrenaba en Kratovo, una exclusiva zona residencial a 48 km de Moscú, lejos de las tensiones políticas y sociales de Daguestán.
En este lujoso complejo, cada jugador disfrutaba de habitaciones individuales con tecnología de última generación, guardaespaldas personales y traductores. Además, el equipo utilizaba el avión privado de Kerimov para viajar los 1800 km que separaban Moscú de Majachkalá cada vez que jugaban un partido en casa.
El comienzo del declive
A pesar de la enorme inversión y las estrellas contratadas, los resultados no acompañaron. El equipo no consiguió clasificar para la Champions League, lo que, para un proyecto de tal magnitud, fue considerado un fracaso.
En el verano de 2013, los problemas financieros de Kerimov empezaron a surgir y afectaron directamente al club. Un recorte del 35% en el presupuesto llevó a la salida de jugadores clave como Eto’o, Willian y otros nombres importantes del proyecto. La plantilla quedó debilitada y el equipo descendió en la temporada 2013-2014, después de solo conseguir tres victorias.
El final de una era
Aunque el FC Anzhi consiguió ascender de nuevo la temporada siguiente, ya no era el club ambicioso que una vez soñó con reinar en Europa. En 2015, un futbolista del FC Anzhi murió tiroteado y en 2016, Kerimov vendió el equipo a Osman Kadiyev, quien luchó por evitar la quiebra, pero el declive era irreversible.
El Anzhi sobrevivió con dificultades en la FNL2, la tercera categoría rusa, con una plantilla semiamateur, compuesta mayormente por jóvenes locales. En 2022, la Unión Rusa de Fútbol denegó al Anzhi la licencia para seguir compitiendo, poniendo fin oficialmente a su participación en el fútbol profesional.
El FC Anzhi Majachkalá, que un día soñó con reinar en Europa, terminó su historia como un club en el olvido, víctima de sus propias ambiciones y de la falta de un proyecto sostenible a largo plazo. Un sueño que se desmoronó tan rápido como llegó.