Última actualización 10 enero, 2014 por Julio Muñoz
Pocas cosas se le resistieron a Alfredo Di Stéfano a lo largo de su carrera. Muchas fueron los porteros y defensas vencidos por un futbolista que dominaba la pelota con un talento como pocos lo han hecho. Sin embargo, uno de ellos se le atragantó a lo largo su vida deportiva: José Mangriñán, «el Motoret», un defensa del Valencia CF, con el que don Alfredo tuvo sus mas y sus menos.
Tan excelentes dividendos dio el marcaje que se hizo famoso entre la gente el verbo «mangriñear», una forma de expresar como marcar a alguien muy de cerca, vigilarlo estrechamente y anticiparse a sus movimientos hasta anularlo y aburrirlo.
De hecho, le salieron imitadores como el barcelonista Flotats (de la foto de la portada) que siguieron su estela. La tarea era siempre la misma. Secar al mejor jugador del mundo, algo en lo que Mangriñán fue pionero.