Última actualización 16 diciembre, 2020 por Alberto Llopis
La Sampdoria de Génova fue un grande de Italia. Por ello, queremos recordar a un mítico equipo italiano que a finales de los años 80 y principios de los 90 triunfaba dentro y fuera de sus fronteras. Aquel mítico conjunto que tan frecuente y temido era verle salir de los bombos europeos. Nacido en 1946, este clásico del fútbol italiano es fruto de dos equipos antiguos de la ciudad de Génova, el Sampierdarenese y el Andrea Doria, ambos surgidos a finales del siglo XIX. De hecho, sus colores blanquiazules se deben a los uniformes de los dos equipos fusionados.
La Sampdoria, un club con solera e historia
Los primeros años de la Sampdoria no fueron fáciles, ya que el equipo permanecía a la sombra del gran equipo de la ciudad: el Genoa, equipo con el cual comparte el famoso estadio del Luigi Ferraris desde ese año 46, y con el que disputa el gran clásico de la ciudad denominado, el Derby della Lanterna. Precisamente, la curva de los ultras «Tito Cucchiaroni» es una de las más famosas y antiguas de Italia.
Subiendo y bajando con intermitencia, la Sampdoria dio un cambio de rumbo en 1979 con la llegada del empresario Paolo Mantovani, quién se fijó como objetivo consolidar al equipo como un grande del fútbol mundial. Y vaya si lo iba a conseguir. A base de un gran desembolso por jugadores importantes el equipo iba a conseguir ganar en 1985 su primer título oficial: la Copa de Italia. Sin embargo, iba a ser sólo la punta de lanza del equipo, ya que la llegada al año siguiente de Vujadin Boskov al banquillo revolucionó al conjunto. Con el ruso de entrenador el equipo ganó su segunda Copa en 1988, lo que le iba a permitir jugar en 1989 la antigua Recopa.
Una Recopa en la que iba a tener un papel protagonista, al llegar a la final y solo siendo derrotado por el Barcelona (su bestia negra) por 2-0. En las competiciones domésticas, las cosas seguían marchando y el equipo se adjudicaría de nuevo la Copa. La temporada 1989-90 iba a ser la más exitosa del equipo pues se iba a alzar con su único título europeo: la Recopa. al derrotar en la final al Anderlecht. Tampoco sería mala la siguiente campaña, la 90-91, ya que la Sampdoria iba a hacer historia al ganar su único Scudetto con cinco puntos de ventaja sobre el entonces temido AC Milan de Sacchi. Un título liguero, que se sumaba a una nueva final de Copa, esta vez perdida.
La Sampdoria de principios de los 90
Con una afición volcada con Boskov y jugadores tan emblemáticos como Ginaluca Pagliuca, Gianluca Vialli, Roberto Mancini, Pietro Vierchwod o el gran ídolo local Attilio Lombardo, el equipo iba a hacer en la temporada 91-92 la gran machada de plantarse en la final de la Copa de Europa. Con un Wembley a rebosar, solo el Dream Team de Johan Cruyff (merced al famoso gol de falta de Koeman) le iba a apartar del cetro europeo.
Era la época gloriosa de una Samp que iba a ver como un 14 de octubre de 1993 iba a morir su gran mentor: Paolo Mantovani. Un punto de inflexión para una plantilla que no obstante, iba a proclamarse campeona de Copa en 1994 y acabar tercera en la Serie A. Sin embargo, la muerte de Mandovani no fue encajada del todo bien por el equipo que poco a poco inicio su declive a pesar de la contratación de grandes jugadores como Clarence Seedorf , Christian Karembeau o la «Brujita» Verón y que iba a terminar con los mejores tiempos de un club que en el siglo XXI espera volver algún día a repetir aquellos éxitos que hicieron del club italiano uno de los gallitos.