Última actualización 2 octubre, 2021 por Alberto Llopis
El estadio de Atocha fue el santuario de la Real Sociedad y uno de los estadios más clásicos de la Liga española durante muchas temporadas. Recordamos uno de esos estadios míticos españoles ya desaparecidos, que a día de hoy ya no existen. Quizás no fue el más bonito, ni el más elitista pero fue uno de los estadios con más solera del fútbol español. Un viejo recinto de aquel San Sebastián del siglo XX, con aquellas tardes de lluvia, barro, olor a habano y lucha sobre el césped. Bienvenidos a Atocha.
Atocha, la casa de la Real Sociedad durante 8 décadas
Atocha fue inaugurado un 4 de octubre de 1913. El rival para tal evento no podía ser otro, el eterno rival, el Athletic de Bilbao. Aquella tarde de hace más de un siglo, empezaban ochenta años de historia, donde muchos equipos sufrirían de lo lindo sobre el césped del mítico estadio donostiarra.
Con sus vetustas gradas, sus fondos sin asientos, abarrotados siempre hasta los topes, donde los jugadores, sentían el aliento de la afición en sus nucas. En las frecuentes tardes de lluvia sobre San Sebastián, el césped se llenaba de barro donde el más pintado de los astros del balompié, se tenía que remangar y pelear para ganar un partido. Aquellos tiempos eran la verdadera esencia de este deporte, era fútbol en estado puro, era fútbol de verdad.
La distancia desde la grada hasta la linea del campo, era tan mínima, que llegaba a intimidar a los rivales. Desde Di Stefano, Puskas o Kubala hasta Laudrup, Koeman, Hugo Sánchez y Butragueño, pasando por Cruyff y Neeskens, muchos fueron los astros de la época que jugaron en el mítico estadio donostiarra con suerte muy dispar. Atocha, contaba con cuatro gradas con unas viejas tribunas, donde los fondos carecían de asientos y se llenaban de aficionados, que prácticamente estaban encima del portero.
El lugar donde la Real Sociedad vivió los mejores años de su historia hasta el momento
La Real Sociedad vivió en Atocha los mejores años de su historia, donde ganó dos ligas seguidas la 1980-81 y la 1981-82, una Copa del Rey en 1987 y una Supercopa, de hecho, desde que cambió de estadio, no ha vuelto a levantar ningún titulo. El club donostiarra ha vivido las dos caras de la moneda en las últimas décadas.
Llegó a disponer de un aforo de 27.000 espectadores, aunque al final, en los 80´s, por motivos de seguridad, fue adaptada su capacidad a 17.000, lo que le convertía en una olla a presión cada vez que jugaba la Real en casa. Por este mismo motivo, se tuvo que cambiar de estadio, ya que las medidas de seguridad eran obsoletas y casi inexistentes. El coste de las obras para adaptar Atocha a los nuevos tiempos era tan alto, que se tuvo que tomar la decisión de construir un nuevo estadio.
El viejo estadio de Atocha comenzó a ser derruido el 22 de junio de 1993. Ese día la historia de este mítico estadio acabó oficialmente, 80 años de sangre, sudor, lagrimas y días de fútbol fueron enterrados entre escombros para dar paso a una leyenda. Historia del fútbol español pura y dura que fue sustituida por unos pisos de protección oficial, algo nada romántico, pero la vida y el cambio de los tiempos es así.
De Atocha a Anoeta y de ahí, al espectacular Reale Arena
El último jugador que marcó un gol oficial en Atocha fue el portugués Océano. Ocurrió en 1993 y fue la última vez que Atocha celebró un gol. Los tiempos cambian y los 90´s, dieron paso al modernista y precioso estadio de Anoeta. A diferencia del vetusto Atocha, la nueva casa de la Real Sociedad, tenía unas pistas de atletismo que separaban al público de los jugadores, enfriando quizás un poco el ambiente.
Con el paso de los años y el devenir de los tiempos, Anoeta sufrió una espectacular reforma que eliminó las pistas y acabó convirtiéndose en el espectacular y moderno Reale Arena (nombre por evidentes motivos de patrocinio) ya en los años 20 del siglo XXI.