Última actualización 11 junio, 2015 por Alberto Llopis
La Copa América ha sido la primera competición continental oficial para selecciones nacionales de fútbol: sí, antes de la Eurocopa. La primera edición tuvo lugar en el 1916. La causa del nacimiento de la Copa América fue la gran rivalidad entre Argentina y Uruguay, que buscaban cualquier excusa para competir y superarse. El inventor de la Copa América fue el uruguayo Hector Rivadavia Gómez, quien fue también co-fundador de la CONMEBOL.
Inicialmente, la Copa América se jugaba cada año. Eso porque la primera edición jugada en Argentina fue un gran éxito: por ejemplo un Argentina-Chile tuvo una entrada de 16.000 espectadores. No hay que olvidar que hablamos del 1916…
En las primeras ediciones del torneo participaban sólo cuatro equipos: Brasil, Argentina, Uruguay y Chile. Poco a poco se añadieron los demás, primero Paraguay en 1921. Uruguay fue el dominador de los primeros años, pues ganó casi la totalidad de las primeras diez ediciones. Su gran rival, Argentina, tuvo que esperar al año 1921 para levantar este tan disputado trofeo.
La primera Copa América se jugó en la ciudad argentina de Avellaneda y ganó Uruguay. El formato del torneo era de liguilla y la decidió Isabelino Gradin, puesto que marcó tres goles, antes de ser vendido al River Plate (jugaba en Peñarol). También la segunda edición fue de Uruguay, que ganó a Argentina en el desempate de Montevideo: el gol fue del “mago” Scarone, quien después militó también en Italia, en Palermo e Inter.
Fue uruguaya también la Copa América 1920 (set a Brasil, 6-0) y la de 1923: Uruguay-Argentina 2-0 (Petrone y Somma). En 1924 los uruguayos ganaron la liguilla por un punto sobre Argentina, que no pudo superar a Paraguay. Petrone fue pichichi de la manifestación con cuatro goles pero se asomó la que sería la primera estrella del fútbol mundial: José Leandro Andrade, la Maravilla Negra.
Fue el primer jugador a haber hecho la ruleta, el típico regate que lucieron después Maradona y Zidane. Era un jugador elegante y rápido, pero que sabía también contener muy bien en el centro del campo. Ganó todo tanto con la Selección Uruguaya como con los dos equipos de Montevideo, Peñarol y Nacional. Terminó su existencia hundido en la miseria, después de tanta gloria.
Ya se notaba cual hubiera sido la primera selección que hubiera dominado el mundo. De hecho Uruguay ganó la Copa Rimet en 1930 y los Juegos Olímpicos en 1924 y 1928. En los Juegos de Paris de 1924, los europeos vieron por la primera vez esas lejanas estrellas uruguayas, de quienes tanto habían oído. Los franceses se quedaron encantados, y acudieron numerosos a ver los partidos de Uruguay. En el amistoso pre-torneo contra Yugoslavia, los uruguayos jugaron apenas y no dieron aposta lo mejor de sí. Luego en el primer partido de los Juegos Olímpicos arrollaron y sorprendieron a los mismos yugoslavos por 7-0.
Una de las historias más absurdas de Copa América pasó en 1919. El presidente de Gobierno de Brasil querría una selección con todos hombres blancos, pero había una estrella de color obscuro de piel: Friedenreich. ¿Qué hacer?
La solución fue un poco humorística: el crack brasileño se echaba un montón de crema de arroz en la cara antes de los partidos, por lo que parecía blanco. Mereció la pena, puesto que Friedenreich fue pichichi de la competición con 4 goles y marcó también el tanto que valió la victoria final contra Uruguay en la prórroga.
La primera victoria de Argentina tuvo lugar en 1921 y fue obra de Libonatti. El delantero del Newell’s Old Boys marcó en todos los partidos: y pensar que a los jugadores de este equipo argentino se les llamaban “Los Leprosos”. En 1925 ganó otra vez Argentina, pero ese año Uruguay no participó por sus numerosos compromisos.
En 1926, apareció por primera vez Bolivia, que aún no estaba a la altura de la competición: de hecho encajó 24 goles. Ganó la competición otra vez Uruguay y fueron tres los pichicis: el chileno Subiabre, y los uruguayos Scarone y Castro. Scarone llevaba años marcando muchos goles por su selección, gracias a su disparo muy preciso, que refinaba constantemente golpeando botellas de vino vacías desde 30 metros. Castro era “El Mutilado”, puesto que perdió una mano trabajando como carpintero.
En esa edición apareció David Arellano, de Chile, él que enseñó al mundo una nueva jugada, la chilena. No fue el primero a haberla ejecutada, ya que el inventor fue otro chileno, Ramón Unzaga. Pero Arellano la hizo famosa, aunque su fin fue trágica: murió en España (Valladolid) en una gira con Colo Colo, por un violentísimo choque con un central vallisoletano.
De todas formas, hay mucha polémica sobre donde se hizo por primera vez la chilena. Eduardo Galean o apoya la teoría de Chile como origen, Vargas Llosa está convencido que se vio por primera vez en Perú, hay tesis hasta brasileñas. Un poco todos los latinos quieren ser los inventores de esta preciosa jugada.
El final de la década fue a favor de los argentinos. En 1927 se jugó por la primera vez en Perú, en un estadio totalmente de madera: el Estadio Nacional de Lima. A pesar de la incomodidad, el fútbol encantó a los peruanos, que llenaron el campo en todos los partidos. En 1928 no se jugó, pues había Juegos Olímpicos, y en 1929 la Selección Argentina ganó en casa, en Buenos Aires.
Fue la Copa América del gran Nolo Ferreyra, del Estudiantes de La Plata. Fue quien inventó el mítico paso doble, que hizo la delicia de sus compaisanos. El pichchi fue el paraguayo Aurelio González , del Olimpia Asunción. El partido decisivo fue Argentina-Uruguay 2-0 (goles de Ferreyra y de Mario Evaristo), jugado en el campo del San Lorenzo de Almagro, ante 60.000 espectadores. Eh si, el fútbol empezaba a difundirse muy rápidamente.
Artículo realizado en colaboración de nuestros compañeros de Retrofootball.