Última actualización 10 febrero, 2021 por Alberto Llopis
Después de haber ganado tres ligas nacionales con Vélez Sarsfield, el torneo Clausura 1993, el Clausura 1995 y el Apertura 1996, y la Copa Libertadores y la Intercontinental de 1994, Carlos Bianchi llegó a un Boca Juniors que contaba con grandes jugadores pero no conseguía grandes resultados. Fue el comienzo de una época que se grabó para siempre en los corazones de la afición azul y oro.
El plantel de memoria
Lo primero que hizo Bianchi al llegar a Boca fue echar lastre. Por eso, jugadores como Diego Latorre, Claudio Caniggia y Néstor Fabbri partieron hacia otro destino. Una vez apaciguada la temperatura del vestuario, el virrey armó un equipo que rara vez cambiaría. En el arco, el colombiano Óscar Córdoba. Como centrales, el «patrón» Jorge Bermúdez y Walter Samuel. Hugo Ibarra en el lateral derecho y el «Vasco» Arruabarrena en el izquierdo. Con la 5, una araña como el colombiano Mauricio «Chicho» Serna, sumado a los volantes Diego Cagna y «Pepe» Basualdo, con llegada al área rival. Y arriba, un temible tridente ofensivo conformado por un muy joven Juan Román Riquelme como número 10, el rápido y pícaro Guillermo Barros Schelotto como extremo, y a Martín Palermo como número 9.
Jugarle a ganador
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Rey de copas
Y el equipo siguió premiando a quienes apostaban por él, y ganando cada torneo que disputaba. El título de «rey de copas», que durante mucho tiempo se usó para nombrar a Independiente, pasó a Boca después de levantar durante la era Bianchi: la del 2000, definida por penales ante un temible Palmeiras. La de 2001, otra vez por penales pero ante el Cruz Azul. Y en 2003, con un global de 5 a 1 frente al Santos. Esta última, con incorporaciones como la de Carlos Tévez y Sebastián Battaglia. A estos logros se suman las copas Intercontinentales del 2000 y del 2003. En el primer caso, una brillante victoria 2 a 1 frente al Real Madrid, con goles de Palermo y pisadas y asistencias exquisitas de Riquelme. Y la de 2003, un 3 a 1 por penales con el Milan después de haber empatado 1 a 1. En este partido se lució Roberto «Pato» Abbondanzieri al atajar dos penales.
El final de una era
Vimos cómo la era Bianchi escribió una página inmortal en la historia de Boca Juniors. Tan especial para los hinchas, que ni siquiera las malas campañas del último retorno del virrey lograron eclipsar.