Kubala y el Hungaria, una historia casi desconocida

Kubala y el Hungaria, una historia casi desconocida

Hablar de Ladislao Kubala, es hablar posiblemente de uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte, de uno de los pioneros que marcó la diferencia en su época y que quizás no fue reconocido como se merece . Fue uno de esos jugadores que marcó una época. Dicen las crónicas de mitad del siglo pasado, que su juego fue el motivo principal por el cual se construyó el Camp Nou, ya que con su fútbol hacía que las gradas del viejo «Les Corts» se quedaran pequeñas.

Si conocen su trayectoria o han leído este artículo que le dedicamos en 2012, sabrán que tuvo diversos problemas para poder jugar en España por temas políticos, protagonizando unos hechos dignos de las mejores películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial. Por eso, la historia que aquí queremos contar, ocurrió en ese tiempo, justo cuando Kubala y otros jugadores de Europa del Este intentaban sobrevivir y ganarse la vida, pese a la negativa de la FIFA.

Kubala fue un mito en el Barça y uno de los mejores de la historia.
Kubala fue un mito en el Barça y uno de los mejores de la historia.

Hablamos de 1948, cuando en Europa aún perduraba la dura resaca de la Segunda Guerra Mundial. El asunto, se recrudecía al estar implicados los países encuandrados en el llamado «Telón de Acero». Kubala y otros grandes futbolistas de la zona se buscaron la vida para salir de sus distintos países, rumbo a un futuro mejor, en busca de un lugar donde hacer lo que mejor sabían hacer, jugar al fútbol.

Pero al ser exiliados políticos la cosa no les iba a ir muy bien pues sus equipos, denunciaron su huida ante la FIFA, que pasando de temas extradeportivos los sancionó, evitando que pudieran fichar por algún equipo e impidiendo que pudieran jugar partidos oficiales. Pero hecha la ley, hecha la trampa y la norma no hablaba de prohibición alguna de amistosos.

Fernando Daucik, entrenador, cuñado, maestro y mentor de Kubala, que también se había fugado en busca de un futuro mejor, decidió formar el conjunto del Hungaria. Este conjunto, estaba formado por jugadores que se habían exiliado de su país y que no podían jugar oficialmente en ningún equipo. No podían ejercer su profesión, ni ganarse la vida haciendo lo que mejor sabían hacer, por lo que la mejor idea para poder subsistir era ir jugando partidos amistosos por Europa para recaudar dinero.

El Hungaria de Kubala jugaba partidos amistosos por toda Europa.
El Hungaria de Kubala jugaba partidos amistosos por toda Europa.

España fue la salvación de varios de ellos. Después de duras gestiones, jugaron varios partidos de exhibición por la geografía española. En el Hungaria, militaban aparte de Kubala jugadores como Marik (Eslovaquia), Monsider (Yugoslavia) o el rumano Simotec y tenían nivel para competir con cualquier club del momento. Debutaron con una victoria y dieron una exhibición en Madrid.

Después, jugaron una serie partidos a un altísimo nivel, coronado con una gloriosa actuación en Sarrià, donde Kubala y Marik fabricaron un auténtico golazo nada más empezar el partido.Gracias a esto, Kubala o el mismo Daurcik, encontraron acomodo en el FC Barcelona, donde marcarían una época, no sin pasar antes por una dura pelea con la FIFA. Después de dar acomodo a muchos de sus integrantes, El Hungaria se disolvió pero pasó a la historia como un equipo de contrabando, un equipo de artistas del balón en la clandestinidad. Una de esas historias que nos gusta contar en Colgados.

Kubala, uno de esos futbolistas con historia.
Kubala, uno de esos futbolistas con historia.

Alberto Llopis

Colgado por el fútbol totalmente. Intento juntar letras y contar historias en Colgadosporelfutbol.com. Especialista en fútbol retro y actual. Entrenador de fútbol Nivel II. Me puedes seguir en @AlbertiniLlopis @colgadosfutbol

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