Última actualización 19 noviembre, 2024 por Alberto Llopis
Hoy en día, casi todos los equipos españoles basan gran parte de su potencial en los jugadores extranjeros. Sin embargo, esto no siempre ha sido así. Y es que en 1953 las cosas eran muy diferentes, ya que tanto la Liga española como la Copa del Rey prohibieron durante bastantes años la utilización de jugadores foráneos.
La prohibición de fichar extranjeros en la Liga española
Para empezar cabe decir que hasta 1946 no podían jugar extranjeros en equipos españoles. No obstante, lo más llamativo vendría en los años 50, cuando la política de fichajes de futbolistas no nacionales se iba a endurecer considerablemente.
Concretamente, el 24 de agosto de 1953, la Delegación Nacional de Deportes prohibió la compra de jugadores extranjeros amparándose en los pobres resultados de la selección (curiosamente cuarta en el mundial del 50) y en la mala imagen que daba al campeonato el excesivo protagonismo de jugadores venidos de fuera que restaban protagonismo a los españoles.
Las ‘excepciones en el reglamento’
Todo ello, más el añadido del polémico fichaje de Di Stéfano por el Real Madrid ( después de estar apalabrado con el Barcelona) propiciaron que hasta 1973 no se permitiera a ningún club tener en sus filas jugadores extranjeros salvo la excepción de los llamados oriundos (jugadores nacionalizados o con antecedentes familiares españoles)
Unos futbolistas oriundos que iban a propiciar numerosos escándalos futbolísticos y administrativos. Jugadores africanos con padre o madre de dudosa nacionalidad españolas o sudamericanos que siempre tenían abuelos españoles hacían que la norma tuviera una controvertida eficacia.
Fruto de ello, surgió un polémico informe que destapó que 46 de los 60 oriundos admitidos en el fútbol español habían falsificado su documentación. Por ejemplo, el futbolista del Real Madrid Roberto Martínez dijo haber nacido en Mendoza, en lugar de Buenos Aires, y se descubrió que vio la luz un año antes. Cos quedó inscrito como Bernardo Patricio Fernández Cos, cuando en su familia y desde sus abuelos, no había existido ningún Fernández.
Finalmente la presión de varios equipos, entre ellos el Barcelona, propició que el 26 de mayo de 1973 se aboliera la norma y se pudiera fichar hasta a dos jugadores por plantilla. Sin embargo, no sería hasta 1978, cuando la normativa entraría en vigor en la Copa del Rey (de hecho, la final del 74 entre R. Madrid y Barcelona se disputó sin Cruyff ni Netzer).