Última actualización 29 noviembre, 2022 por Alberto Llopis
El llamado clásico entre Barça y Real Madrid siempre para el mundo. Los cientos de miles de aficionados de ambos equipos viven esa semana de otra manera con otra intensidad. El partido entre estos dos gigantes siempre es mal llamado el «partido del siglo». Así pues, cada temporada se disputan varios partidos del siglo. Queremos recordar el Clásico de 1994.
El Clásico de 1994, la exhibición de Romario
Ocurrió en enero de 1994, cuando el Real Madrid dirigido por Benito Floro, llegaba al Camp Nou para enfrentarse al Dream Team de Johan Cruyff.
En la última temporada de aquel equipo de leyenda construido por Cruyff (a partir de la siguiente, el equipo se iba a ir descomponiendo poco a poco), el Barça recibía a un Real Madrid de los más limitados y escasos de calidad que se recuerdan en su larga historia. A uno de los peores conjuntos de su historia sin duda. El partido, no tuvo prácticamente historia, fue una apisonadora para el equipo de Cruyff que por aquel entonces, era muy superior.
Romario se puso las botas haciendo tres goles, uno de ellos, antológico sentando a Rafa Alkorta y mostrando al mundo el mítico regate de la cola de vaca. El vasco estará varias décadas después, buscando todavía su cintura. Ronald Koeman y Iván completaron una goleada de escándalo que escoció y dolió a partes iguales al madridismo.
Curiosamente al año siguiente, en enero de 1995, el Real Madrid haría gala del dicho de donde las dan las toman y devolvería el mismo resultado en el Clásico de 1995 donde el que haría el hattrick y quedaría para el recuerdo sería Iván Zamorano. Curiosamente Luis Enrique marcó uno de los 5 goles madridistas un año y medio antes de firmar por el club culé.
Un hombre fue protagonista de ambos partidos y ese no fue otro que Michael Laudrup. El danés ganó los 2 partidos por 5 a 0 pues disputó uno como culé (1994) y otro como madridista (1995).