Última actualización 2 mayo, 2024 por Alberto Llopis
Juanma Lillo es uno de esos entrenadores que han sido maestros de entrenadores. Tal vez, mejor enseñando que ejecutando el mismo la función. Lo cierto, es que su currículum arroja cuatro descensos, unos cuantos ceses y una trayectoria vacía de títulos, como primer entrenador eso si. Ya que como segundo de Pep Guardiola en el City campeón de Europa, no le fue ido nada mal.
Lillo empezó muy pronto en el mundo de los banquillos. Nacido el 3 de noviembre de 1965, con 30 años, consiguió el que fue su mayor éxito en un banquillo, el doble ascenso de categoría del Salamanca desde Segunda División B hasta la máxima categoría. Gracias al prestigio adquirido en el Salamanca, fue fichado por el Real Oviedo donde debutó en Primera y fue cesado por primera vez. Pasó por el Tenerife donde en su segunda temporada también fue cesado. Tras casi dos años sin entrenar, en el 2000 fue fichado por el Real Zaragoza, que acabó echándole también por sus malos resultados. Era el tercer equipo en el que estaba tras su salida del Salamanca y los tres, lo habían echado. Su prestigio poco a poco se iba acabando.
Pasaron tres años más hasta que volvió a coger las riendas de otro equipo, esta vez de Segunda División. Cogió las riendas de un debutante Ciudad de Murcia que como no, acabó cesando al técnico. Lillo continuaba acumulando despidos, cuatro en sus últimos cuatro equipos. Su siguiente paso fue el Terrasa, también de Segunda por aquel entonces, donde acabó dimitiendo casi con el equipo descendido, antes de lo que lo echaran. Su credibilidad en un banquillo en esos momentos era ya nula. Con su prestigio como entrenador por los suelos, se fue a probar fortuna a México, donde fichó por los Dorados de Sinaloa. Allí, fichó a un Pep Guardiola cuya carrera como futbolista estaba prácticamente acabada y aún no se había convertido en el entrenador de éxito que es hoy en día.
Con polémica y de una manera muy turbia, su equipo acabó descendiendo , en otro fracaso de un técnico que colecciona descensos y ceses de una manera barbara. Tardó dos años en volver a firmar con un equipo y lo hizo por la Real Sociedad que en aquel momento, militaba en Segunda División. Aquí se produjo un hecho insólito en su carrera desde 1995, no fue cesado aunque en su segunda temporada, no fue renovado. Al menos no acumuló un descenso. Su último equipo fue el Almería, ya en Primera División de donde también fue cesado un 20 de noviembre de 2010. Después de tres años inactivo, ejerciendo de comentarista de televisión, puesto que parece le viene mejor dada su retórica y conocimiento de todo lo que envuelve el fútbol, siempre a su modo de ver, el técnico llega a uno de los grandes de Colombia.
¿Cómo es Juanma Lillo como entrenador?. Defensor del juego bonito, del fútbol elaborado y de calidad, muy del estilo de Jorge Valdano, llegó a estar en las quinielas del Barcelona (o eso quiso vender alguien) para ser el entrenador de los cules. Viendo su historial, plagado de fracasos, descensos, ceses y ausente de títulos, el asunto parecía cuanto menos un chiste. Visto como la eterna promesa de los banquillos españoles desde que con 30 años irrumpió como un técnico joven e innovador, Lillo, se lanza a la aventura en el fútbol colombiano donde la prensa de aquel país ha llegado a calificarlo como «uno de los mejores estrategas tácticos del fútbol español» o «el mentor y profesor de Pep Guardiola». Una gran trayectoria en los banquillos no tendrá pero un grandísimo representante y asesor de imagen parece que si. Después de acumular tantos fracasos, siguen considerándole como un buen entrenador en algunos sitios, no en España, donde parece que su crédito se agotó hace tiempo. Esperemos que por Colombia le vaya mejor. Mucha suerte, pues la va a necesitar.