Última actualización 9 julio, 2013 por Alberto Llopis
El mes de julio es sinónimo de descanso en la mayor parte del mundo para los futbolistas. Momentos donde tomarse un respiro antes de entrar en una agotadora temporada. Sin embargo, en otra parte del planeta, ese es el momento indicado para jugar una de las competiciones oficiales más desconocidas para el gran público, especialmente europeo, la Copa Oro o Copa de Oro.
Esta competición a imagen y semejanza de lo que es una Eurocopa o una Copa América reúne a 12 equipos de la CONCACAF (Canadá, EEUU, México, Guatemala, El Salvador, Cuba, Belice, Panamá, Haití, Trinidad y Tobago, Belice, Martinica, Jamaica, que durante tres semanas se enfrentan en un torneo basado en una liguilla de tres grupos con cuatro equipos donde los primeros y segundos más los dos mejores terceros pasan a las eliminatorias de cuartos de final.
El evento fue creado en 1991 y su periodicidad es bianual siendo la sede siempre Estados Unidos, con la excepción de 1993 y 2003 donde se compartió también con México. Precisamente, el país azteca es el gran dominador de la competición con 6 entorchados, por los 4 de USA o el único logrado por Canadá, los tres estados que han levantado la copa.
Hasta 2007, el evento permitía la presencia de equipos invitados como Colombia, Perú o Brasil que en muchas ocasiones llegó con lo mejor de su artillería (Romario, Cafú, Edmundo) pero que nunca pudo levantar la copa. Desde ese año ya no se permite siendo exclusivo de los países de Norteamérica y Centroamérica (si bien los segundos deben de disputar una fase previa clasificatoria para ver quiénes acceden a la afamada competición).
El campeón tiene el premio de disputar la Copa Confederaciones, aunque a partir de 2017 el sistema de elección para ir a ese evento se hará a través de una repesca entre los dos últimos campeones de la competición. Hay que decir para los no iniciados, que la Copa de Oro es totalmente independiente de la fase de clasificación para el Mundial o del Hexagonal, que curiosamente a veces solapa partidos a pocos días de la misma competición.
A pesar de que en muchas ocasiones, sobre todo cuando coincide con la Copa Confederaciones, México o Estados Unidos no suelen llevar a sus mejores hombres, lo cierto es que el auge de este torneo está en aumento. Como muestra, el hecho de que es fácil ver estadios llenos con más de 90.000 personas en sus gradas. El México-Panamá de la primera jornada ilustra más que nadie este hecho.