Última actualización 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
Siempre se ha hablado de México como una potencia futbolística. Como un país con unas posibilidades enormes dentro del mundo del fútbol. Con más de 119 millones de personas en sus tierras, se trata del undécimo estado más poblado del mundo. Por la sangre de sus gentes el deporte rey es una veneración. Todo el mundo opina y discute de fútbol y cada uno aporta su visión más o menos apartada de la realidad. Sin embargo, esa pasión por el balompié choca con la realidad.
Su selección tropieza Mundial tras Mundial en los octavos de final, instancia donde ha caído en sus últimas cinco participaciones y su mejor registro apenas ampara dos cuartos de final, ambos cosechados cuando como anfitriones de la Copa del Mundo ejercieron. En su camino a Brasil, sufrieron mucho para ir, llegando incluso a cambiar varias veces de técnico y a estar a un paso de verse fuera de los 32 mejores en un Hexagonal donde sólo sumaron dos triunfos que les hizo al purgatorio de la repesca.
Sin embargo, ya en suelo sudamericano, la «performance» ha sido más que notable. La victoria inaugural ante Camerún les dio alas y al empate ante Brasil con un excelente Ochoa siguió una goleada ante Croacia que les ha llevado a colarse a los octavos de final, donde les espera Holanda, otra gran potencia y actual subcampeona mundial.
Mezcla de experiencia y juventud, su cantera les hizo ser campeones olímpicos en Londres derrotando a la canarinha y les hizo ser también primeros en el Mundial sub 17 en 2011, año donde quedaron terceros en el Sub 20. En Brasil, cuentan con la jerarquía de Márquez (35 años), Salcido (30) o Peralta (30) pero también con las ilusionantes promesas de Raúl Jiménez o Diego Reyes o la consolidación de Andrés Guardado, centenario con la Tri.
No están los Corona, los Espiricueta ni siquiera el gran Carlos Vela pero nadie parece duda de que esta México si puede superar en esta ocasión esa maldita ronda que suponen los octavos de final. De hacerlo, con Costa Rica o Grecia esperando, cualquier cosa podría suceder.