Última actualización 6 abril, 2024 por Alberto Llopis
Mikel Lasa fue uno de esos jugadores que consiguen completar una más que meritoria carrera a pesar de no ser ningún astro del balón ni poseer ni una técnica ni nignuna cualidad especial más que una auténtica capacidad de sacrificio y un pundonor fuera de toda regla. Así, nuestro protagonista de hoy logró asentarse durante nada más y nada menos que 6 temporadas en el lateral zurdo del Real Madrid donde pese a estar en la parrilla de salida más de una vez, sólo la llegada de un fuera de serie como Roberto Carlos logró desbancar.
Nacido en 1971, su carrera está plagada de éxitos. Debutó en 1989 con la Real Sociedad donde en dos años y tras 82 partidos oficiales como donostiarra, destacó como lateral zurdo todavía en el vetusto y lleno de historia estadio de Atocha lo que llamó la atención de un Real Madrid de principios de los 90 que lo incorporó en 1991 a su disciplina. En el club blanco estuvo desde el 91 hasta el 97 donde jugó 160 partidos entre todas las competiciones y marcó 3 goles, dos de ellos muy recordados. Uno de ellos en 1993, en la final de la Copa del Rey de ese año jugada en Mestalla y que fue la última hasta que en 2011 los blancos la volvieron a ganar en el mismo escenario y otro que le marcó al Sevilla desde su propio campo en 1995, el recordado «Lasazo».
También estuvo presente en los dos batacazos seguidos de los madridistas en Tenerife y que acabaron con las Ligas en las vitrinas del Barcelona. En 1997 tras una espectacular temporada de Roberto Carlos en su primera temporada en Madrid, hizo las maletas y se marchó a jugar al Athletic que por aquel entonces dirigía el carismático Luis Fernandez y que al final de esa temporada 1997/98 iba a quedar subcampeón de Liga.
Después pasó por el Murcia y el Ciudad de Murcia donde en 2004 puso fin a su carrera profesional con un balance de 2 Ligas, 1 Supercopa y 1 Copa del Rey que como hemos dicho, tuvo un protagonismo especial para él. También tiene el honor de ser uno de los jugadores de la «Quinta del Cobi» que en 1992 en Barcelona y con el gol de Kiko, se proclamaron campeones olímpicos. Llegó a ser internacional absoluto en un par de ocasiones aunque su carrera como internacional no fue a más.
Una carrera bastante buena y decente para un jugador lleno de pundonor y actitud pero sin un talento especial. Un jugador de esos de antaño que en el fútbol actual difícilmente jugaría en un Real Madrid pero que en su momento, fue uno de los clásicos del fútbol español que pudo jugar en equipos de alto nivel como la Real Sociedad o el Athletic. Un futbolista de esos de los de antes que en Colgados nos encanta recordar.