Última actualización 23 abril, 2022 por Javi Argudo
La historia de Pedro Iarley es una de esas que llama la atención a cualquiera. El futbolista brasileño, que comenzó su carrera en equipos menores de su país como el Ferroviario o el Quixadá, probó suerte en España fichando por el CD Foios de la Tercera División.
En el equipo valenciano jugó en la campaña 1995-1996 antes de dar el salto al Real Madrid Castilla. Según cuenta, el propio Vicente Del Bosque le enseñó y ayudó mucho en su formación pero el límite de extranjeros le impidió tener oportunidades en el primer equipo.
El Ceuta y el Melilla, de Segunda B, fueron sus otros destinos en España, pero tampoco logró destacar en exceso. Con 26 años tuvo que regresar a su país para volver a empezar y con un futuro de lo más incierto en el mundo del fútbol.
Fue en 2003 cuando, por fin, llegó su gran momento. Un club grande le dio la oportunidad de demostrar su valía y el brasileño lo aprovechó. Según el propio futbolista explicó en alguna ocasión, tanto River Plate como Boca Juniors llamaron a su puerta, pero se decidió por el Xeneize.
Aquel Boca Juniors era un equipo poderoso. Con Carlos Bianchi en el banquillo, Pedro Iarley se proclamó campeón del Torneo Apertura y de la Copa Intercontinental. El brasileño fue titular en el partido que enfrentó a su equipo contra el AC Milan en el estadio de Yokohama. De hecho, suya fue la asistencia del gol anotado por Matias Donnet.
Pero Iarley todavía tendría que hacer hueco en sus vitrinas. Años después, ya en las filas del Internacional de Porto Alegre brasileño, el delantero conseguiría la Copa Libertadores, el Mundial de Clubes y la Recopa Sudamericana. Un palmarés envidiable y de lo más sorprendente, teniendo en cuenta sus difíciles inicios y su ‘fracaso’ en el fútbol español.
Finalmente el trabajo y la constancia del protagonista de esta historia tuvo su recompensa. Cualquier otro, quizá, hubiera arrojado la toalla pero Pedro Iarley perseveró y acabó triunfando.