Última actualización 12 marzo, 2018 por Javi Argudo
Cuando creíamos que lo habíamos visto todo, el mundo del fútbol vuelve a superarse. En esta ocasión para mal. Hoy se jugaba en la Superliga griega un partido muy importante entre el PAOK y el AEK, los dos primeros clasificados que pueden acabar con la hegemonía del Olympiacos. Pues bien, en el minuto 90 de partido el PAOK, conjunto que actuaba como local, marcaba el 1-0 por mediación de Varela para delirio y deleite de su afición pero el árbitro, G. Kominis, entendía que había fuera de juego y anulaba el tanto.
A partir de este momento, locura total. El presidente del PAOK, Ivan Savvidi, enfurecido bajaba al terreno de juego escoltado por sus guardaespaldas… ¡armado! El colegiado del encuentro, al ver la situación salía huyendo del campo y el partido quedaba suspendido. Sin duda, una situación lamentable, vergonzosa y escandalosa que vuelve a dejar la imagen del fútbol griego por los suelos.