Última actualización 23 octubre, 2024 por Alberto Llopis
¿Recuerdas al Sandokán del fútbol español? En la época donde los jugadores de fútbol solían ser los tíos mas duros del mundo, con sus camisas ajustadas y sus pantalones rollo calzóncillo, lo más fácil era encontrarte jugadores llenos de casta, corazón y nada de farándula. En esta época de currantes en el fútbol, donde los jugadores podían ser tus vecinos del quinto, uno de los que iba a triunfar sobre el campo y fuera de él iba a ser Juan José Jiménez Collar. Por cumplir con el estereotipo de machote y por su parecido más que razonable con el actor Kabir Bedi, que interpretaba la mítica serie de ficción Sandokán.
Juan José, el Sandokán del fútbol español
Juan José ‘Sandokán‘, fue un lateral derecho con una larga melena que sería el reclamo ideal para una marca de champús. Con su frondosa barba, corrió por las bandas del fútbol español de los 80’s. Nació en 1957 en Cádiz ciudad, donde en su equipo de fútbol se iba a convertir en una leyenda. Potente y aguerrido, jugó en el Cádiz desde 1978 a 1982, de ahí fichó por todo un grande, el Real Madrid donde estuvo tres temporadas para volver a su Cádiz en el que permaneció hasta 1991 cuando colgó las botas. Ganó una UEFA y una ya extinta Copa de la Liga, ambas con el Real Madrid.
Internacional absoluto en cuatro ocasiones, jugó también con la Sub 21 y la Olímpica. Estuvo en la lista previa para España 82 pero al final fue descartado. Sus cuatro partidos como internacional fueron en la fase de clasificación para Francia 84 donde después no jugó tampoco. Protagonista activo del Cádiz de finales de los 80’s y principios de los 90’s, el cual siempre se salvaba en la última jornada jugando la antigua promoción de descenso. De hecho, la última acción de «Sandokán» como jugador del Cádiz fue marcar el penalti decisivo que dejaba al equipo de la Tacita de Plata en Primera División, como no sobre la campana.
¿Qué fue de Juan José «Sandokán»?
A pesar de haber jugado en el Real Madrid, la selección y 13 temporadas en la élite, comenzó a trabajar construyendo barcos madrugando como todo hijo de vecino a las cinco de la mañana para ganarse el pan. Como él mismo confesó en varias entrevistas, el dinero que ganó como futbolista en trece temporadas no le dio para vivir al dejar el fútbol y como muchos de sus compañeros de la época, acabó como ‘currante’. Estuvo trabajando en los astilleros de Cádiz donde le dieron la baja permanente por una hernia de disco en la espalda.
Profeta en su tierra, cadista y gaditano hasta la médula, sigue teniendo su propia peña y acudiendo al Carranza, amen de conservar su melena en perfecto estado, y es que «Sandokán» sigue siendo el Rey de los mares.