Última actualización 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
Serbia y Albania acabaron a golpes en el partido que les enfrentaba en Belgrado por la clasificación para la Eurocopa de 2016 en Francia. Desgraciadamente, la política volvió a colarse en un evento deportivo en una zona donde llueve sobre mojado. Ambos países, viven desde hace ya mucho tiempo en un ambiente tenso desde el tema de la independencia de Kosovo y el según parece el proyecto de crear la «Gran Albania» que uniría varios países y una zona de Serbia. El partido no llegó a acabar.
La tensión era tal, que UEFA prohibió el acceso de aficionados albaneses al estadio del Partizán de Belgrado donde se disputaba el partido pero no se pudo evitar lo inevitable. Al final de la primera parte y con empate a cero, un drone con una bandera de la Gran Albania sobrevoló el estadio. Al aproximarse al césped, Mitrovic, jugador serbio, estiró de la bandera para bajar el aparato. Esto, provocó una tangana cuando varios jugadores albaneses se acercaron a empujar y recriminar al jugador serbio por su acción.
El conflicto se trasladó a la grada donde los aficionados serbios, enfadados por una acción que además se producía en su propia casa, comenzaron a tirar petardos y bengalas e incluso intentaron invadir el césped. Afortunadamente, los cuerpos de seguridad evitaron que la sangre llegara al río. Viendo el panorama, el árbitro del partido, Martin Atkinson, decidió la suspensión del encuentro en el minuto 41 del primer tiempo.
El hermano del primer ministro de Albania fue detenido como el principal instigador del hecho. El partido ya estaba siendo duro sobre el césped pero este hecho, recrudeció un encuentro que quizás la UEFA debería haber tenido en cuenta a la hora de emparejar a los equipos. De cualquier manera, otra triste muestra de que cuando la política y el deporte se mezclan, la cosa acaba mal.
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