Última actualización 19 mayo, 2021 por Alberto Llopis
Mauro Silva fue por méritos propios uno de los mejores jugadores de la historia del Deportivo. Seguro que los sufridos hinchas que acuden a Riazor a presenciar los partidos del equipo coruñés recordarán con nostalgia otros tiempos donde eran unos de los «gallitos» de la Liga y de Europa. Con el equipo atravesando una larga travesía en el desierto entre Primera y Segunda, muy lejana de tiempos pasados pero a su vez muy cercanos, seguro que por la mente de esos hinchas, aparecerán los recuerdos de aquel tiempo donde el Depor fue un equipo temido en España y en Europa.
Hablamos como no del «Superdepor« de los 90 y el posterior Depor que fue capaz de llevarse la Liga del 2000 o protagonizar remontadas de leyenda en Champions. De ese equipo que era capaz de meterle miedo al Real Madrid o al AC Milan, al que remontó en Riazor en un partido espectacular. Y ahí, mandando en el centro del campo del mejor Deportivo de la historia estaba Mauro Silva.
Mauro Silva, fundamental en el nacimiento del Superdepor
Mauro Silva nació en Sao Bernardo Do Campo, Brasil, el 12 de enero de 1968 y militó durante la nada despreciable cita de trece temporadas en las filas del club gallego. Llegó en 1992 procedente del Clube Atlético Bragantino y junto a Bebeto, Fran o Donato y fue la piedra angular del proyecto que llevó al Deportivo desde la Segunda División hasta ganar los títulos que posee en su historia.
Centrocampista de gran técnica con el balón en los pies, fue indiscutible para todos los entrenadores que tuvo en el Deportivo, desde el entrañable Arsenio Iglesias hasta Jabo Irureta con el que el club consiguió los mejores hitos de su historia. Destacaba su gran capacidad para robar balones y prácticamente no perder ninguno. Era ese tipo de jugador que todo equipo debe de tener en su centro del campo, ese tipo de jugador que es un pulmón para sus compañeros.
Con una gran capacidad de liderazgo, llegó a ser el capitán. Su único lunar como futbolista quizás fue que no poseía capacidad goleadora, pues solo anotó un gol en trece temporadas, aun así, su cometido lo cumplía a la perfección. Según dicen su carácter y su condición de excepcional persona dentro y fuera del terreno de juego, le hicieron destacar como un excelente compañero y rival.
Es uno de los tres futbolistas que estuvieron presentes en los 6 títulos del Deportivo de la Coruña. Ganó con el club de A Coruña : dos Copas del Rey (1995 y 2002), la segunda de ellas el famoso Centenariazo al Real Madrid, donde Mauro Silva se merendó solito a toda la linea de medios del Real Madrid galáctico, una Liga (2000) y tres Supercopa de España (1995,2000 y 2002). Además de un Subcampeonato en 1994, perdido en el ultimo suspiro con el famoso penalti de Djukic.
Campeón del mundo con Brasil en USA 94
Se consolidó como uno de los mejores en su posición, por lo que también fue un fijo en la selección brasileña con la que participó en el Mundial de EEUU en 1994. Allí, se proclamó campeón del mundo con la selección canarinha, en la que participó en 58 ocasiones con la que había debutado en 1991. También conquistó la Copa America de 1997 y estuvo presente en el subcampeonato de 1991. No pudo acudir al Mundial de 1998 por una inoportuna lesión que le privó de liderar a la selección que perdió la final contra Francia.
El brasileño se retiró del fútbol en activo al concluir la temporada 2004/05, después de 13 temporadas dando lo mejor de si mismo en el club gallego, ese mismo club que a día de hoy recuerda con nostalgia tiempos mejores, en los que podía contar con jugadores del nivel de lo mejor del mundo como Mauro Silva, un caballero del fútbol, un atleta excepcional.