Última actualización 12 diciembre, 2024 por Alberto Llopis
Cuando Fernando Torres debutó siendo casi un adolescente con el Atlético de Madrid, fue conocido cariñosamente como «El Niño». Varias décadas después, es una de las figuras más emblemáticas en la historia del Atlético de Madrid.
Su nombre está escrito con letras de oro en el corazón de los aficionados colchoneros, no solo por su talento en el campo, sino también por su conexión emocional con el club. Recordamos el camino desde sus primeros pasos en las categorías inferiores hasta convertirse en una auténtica leyenda rojiblanca.
Los primeros pasos de un talento innato
Nacido el 20 de marzo de 1984 en Fuenlabrada, Fernando Torres mostró desde niño una pasión inquebrantable por el fútbol. A los 11 años, en 1995, ingresó en la cantera del Atlético de Madrid, donde rápidamente destacó por su habilidad con el balón y su instinto goleador.
En las categorías inferiores colchoneras, Torres ya daba muestras de ser un delantero diferente, combinando velocidad, técnica y un olfato goleador extraordinario. Su ascenso fue meteórico, y en 2001, con solo 17 años, debutó con el primer equipo atlético en un partido frente al Leganés, en la Segunda División. Era el segundo año en el infierno del Atlético y Luis Aragonés era quien le daba la alternativa.
El 27 de mayo de 2001, frente a nuestro rival del domingo, el Leganés, debutó Fernando @Torres con el primer equipo del Atleti ❤️🤍 pic.twitter.com/Ukl3yPrQcH
— Atlético de Madrid (@Atleti) October 18, 2024
El Resurgir del Atlético de Madrid
Fernando Torres fue fundamental en una etapa crítica para el Atlético de Madrid, cuando el club luchaba por regresar a la élite tras su descenso en 2000. En la temporada 2001-2002, el equipo logró el ascenso a Primera División, y Torres empezó a consolidarse como un líder natural dentro del vestuario, a pesar de su juventud.
Fue ahí cuando de la mano de Aragonés, iba a comenzar la leyenda de ‘el Niño’. Un vínculo que luego volvería a unir al veterano entrenador y al delantero para ganar la Eurocopa de 2008 con un gol de ‘El Niño’ ante Alemania en la final.
Pero volviendo a 2002, en su primera campaña en la máxima categoría, Torres no solo mantuvo su rendimiento, sino que se convirtió en el máximo goleador del equipo, ganándose el respeto de compañeros, rivales y aficionados. Su capacidad para marcar goles en momentos cruciales lo hicieron imprescindible para el equipo.
Fernando Torres: Ídolo colchonero y capitán
A medida que avanzaban las temporadas, Torres no solo creció como jugador, sino también como figura simbólica del Atlético de Madrid. En 2003, con tan solo 19 años, asumió la responsabilidad de llevar el brazalete de capitán, un logro extraordinario que refleja su influencia dentro y fuera del campo.
Durante su primera etapa en el club (2001-2007), Fernando Torres acumuló 91 goles en 244 partidos, un registro impresionante para un delantero que representaba la esencia de la lucha y el orgullo colchonero. Aunque el equipo atravesaba altibajos en términos deportivos, Torres siempre fue el faro que iluminaba el camino.
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La salida dolorosa hacia Liverpool
En 2007, Fernando Torres dejó el Atlético de Madrid para fichar por el Liverpool, una decisión que fue difícil tanto para él como para los aficionados. El club necesitaba ingresos económicos, y Torres buscaba nuevos desafíos en su carrera. A pesar de la tristeza de su partida, la afición siempre lo consideró «uno de los suyos».
En Inglaterra, Torres alcanzó un nivel estelar, consolidándose como uno de los mejores delanteros del mundo. Su velocidad, movimientos inteligentes y capacidad goleadora lo convirtieron en un ícono del Liverpool de Rafa Benítez y de la Premier League.
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El regreso del hijo pródigo
En enero de 2015, Fernando Torres regresó al Atlético de Madrid, tras pasar por el Chelsea y AC Milan, cumpliendo asó el sueño de miles de aficionados que nunca dejaron de corear su nombre. Su vuelta fue más que un fichaje: fue un acto de amor y lealtad hacia el club que lo vio nacer como futbolista.
Torres fue clave en momentos importantes, como su gol ante el Barcelona en la Champions League 2015-2016. Con el Atlético, conquistó su primer título con el club: la Europa League 2017-2018, poniendo el broche de oro a una carrera llena de momentos inolvidables.
Retirada como un héroe
Fernando Torres jugó su último partido con el Atlético de Madrid el 20 de mayo de 2018, en un emotivo encuentro contra el Eibar en el Wanda Metropolitano. Aunque el resultado fue anecdótico, la ovación de la afición dejó claro que «El Niño» había trascendido su papel como jugador para convertirse en una leyenda.
Tras su retiro profesional en 2019 en el fútbol japonés, Torres ha seguido vinculado al club como entrenador de las categorías inferiores y del filial atlético, transmitiendo su experiencia y valores a las nuevas generaciones.
Fernando Torres en la Selección Española: De discutido a héroe nacional
La carrera de Fernando Torres con la selección española es una de las más destacadas de su generación. Antes de brillar con la selección absoluta, Torres ya había demostrado su calidad con las categorías inferiores. En 2001, fue el máximo goleador y mejor jugador del Campeonato de Europa Sub-16, donde España se proclamó campeona. Un año más tarde, repitió el éxito al ganar el Campeonato de Europa Sub-19, confirmándose como una de las grandes promesas del fútbol español.
Debut con la absoluta antes de cumplir los 20
Fernando Torres debutó con la selección absoluta el 6 de septiembre de 2003 en un partido amistoso contra Portugal. Tenía solo 19 años, pero su talento ya lo posicionaba como una de las grandes esperanzas del fútbol español. Su primer gol llegaría en 2004, en un partido contra Italia, y desde entonces comenzó a consolidarse como un delantero clave para La Roja.
Mundial 2006: Primer gran escaparate
El Mundial de Alemania 2006 fue el primer torneo importante de Torres con la selección española. Aunque España cayó en octavos de final frente a Francia, Torres dejó buenas sensaciones al marcar tres goles en la fase de grupos, demostrando su capacidad para brillar en los escenarios más grandes.
La Eurocopa 2008: El Gol que marcó una era
El momento más icónico de Fernando Torres con la selección llegó en la Eurocopa 2008. España, que llevaba décadas sin conquistar un gran torneo, llegó a la final contra Alemania como favorita. En ese partido, Torres anotó el único gol tras una brillante jugada individual que culminó con un toque sutil sobre el portero Jens Lehmann.
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Ese gol no solo dio a España su segundo título europeo, sino que marcó el inicio de una era dorada para La Roja. Torres fue elegido en el Equipo del Torneo gracias a su actuación y quedó grabado en la memoria colectiva del fútbol español como el héroe de Viena.
Mundial 2010: Parte del título histórico
Aunque Torres no estuvo en su mejor momento físico durante el Mundial de Sudáfrica 2010, fue una pieza importante del equipo que logró el hito más grande en la historia del fútbol español: la conquista de la Copa del Mundo.
Aunque no marcó en el torneo, su entrega y no fue su mejor torneo Torres participó en varios partidos y en los últimos minutos de la final donde Andrés Iniesta marcó ante Holanda el gol más importante de la historia del fútbol español.
Eurocopa 2012: La consagración
En la Eurocopa 2012, Torres volvió a ser protagonista. Aunque no era titular indiscutible, aprovechó sus oportunidades y marcó tres goles durante el torneo, incluido uno en la final contra Italia, que terminó con una aplastante victoria por 4-0.
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Torres se convirtió en el Bota de Oro del torneo, siendo el máximo goleador gracias a sus actuaciones decisivas y demostrando que seguía siendo un delantero de élite.
Mundial de 2014: La triste despedida de la selección
Fernando Torres se retiró de la selección española en 2014, tras el Mundial de Brasil, donde España fue eliminada en la fase de grupos. Fue su último gran torneo con La Roja, poniendo fin a una carrera internacional brillante.
En total, disputó 110 partidos y anotó 38 goles, convirtiéndose en uno de los máximos goleadores históricos de España. Su despedida marcó el adiós a una de las figuras clave de la generación dorada, aquella que conquistó dos Eurocopas (2008 y 2012) y un Mundial (2010). Su legado perdura como uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol español.
