Última actualización 26 octubre, 2021 por Alberto Llopis
No corren buenos tiempos para el Valencia CF. El efecto Lim parece haberse quedado en una broma de mal gusto y los aficionados valencianistas se sienten estafados. Con el equipo deportivamente a la deriva, dirigido por un entrenador que ha pasado de ser comentarista al banquillo de un club de primer nivel casi sin pestañear y con un dueño a 12.000 km, el club parece ir a la deriva.
Hasta el idolatrado hasta la saciedad, Amadeo Salvo, ha pasado de ser un dios para muchos al mayor villano que ha pisado la ciudad. En este clima de guerra civil e incluso de bipolaridad, faltaba la gota que colmaba el vaso. El Valencia obliga a sus jugadores de la cantera a acudir al tramite que supondrá el partido de vuelta entre el Valencia y el Barcelona.
Ante el temor de ver un estadio vacío (pese al 7-0 de la ida, los abonados deben de pagar) y el calentito ambiente que se vive en el club, el Valencia, ha enviado un email a sus entrenadores afirmando que se suspenden los entrenamientos de la cantera en la tarde del martes, insistiendo que es obligatorio acudir al partido del primer equipo contando como entrenamiento e incluso amenazando a los jugadores de la base con no ir convocados el próximo fin de semana a sus correspondientes partidos.
La cuestión es que dicho email ha sido filtrado a la prensa y la cosa ha alcanzado una repercusión mediática importante, tanto que el propio club con el fin de cubrirse las espaldas y dando una muestra más de lo mal que se están haciendo las cosas, ha sacado un comunicado que no parece convencer a nadie. En el mismo, el Valencia insiste en que ha «recomendado» a sus canteranos a que acudan a ver el partido del primer equipo y que con el fin de facilitarlo, han decidido suspender entrenamientos.
Sea como sea el daño ya está hecho y se une a la larga listas de despropósitos que están llevando al Valencia a un abismo muy negro del que se desconocen las consecuencias. Como dijimos al principio, corren malos tiempos y el milagro de Peter Lim como algunos periodistas de la zona quisieron hacer ver, ha quedado en un simple espejismo, una pesadilla que veremos como acaba.