Última actualización 24 abril, 2021 por Alberto Llopis
¿Fuman los futbolistas? ¿Qué futbolistas fuman? Desde siempre el tabaco, y en menor medida, el alcohol, han sido los grandes enemigos de los futbolistas. Los casos de jugadores como Gascoine o Best entre muchos otros ejemplos están ahí. Sin embargo, también hay muchos futbolistas que se han dado y se dan al pitillo. De sobra, es conocido que fumar perjudica seriamente la salud, llegando a producir la muerte. La toma habitual de humos provoca que aumenten las posibilidades de sufrir un cáncer de pulmón hasta en un 90% de posibilidades. Para los futbolistas, además de su salud, el hábito de fumar daña seriamente sus quehaceres profesionales.
Se corre menos, se pierde resistencia y no se está al mismo nivel competitivo. Algo similar se puede decir con el alcohol, que además de dañar seriamente al hígado produce enormes resacas y una bajada sensible de las facultades. Pese a que suele asociar al deporte con rey con personas no fumadoras y no bebedoras, lo cierto es que esa ecuación no siempre es así.
Futbolistas que fuman o fumaban durante su etapa profesional
De hecho, son muchos y numerosos los deportistas profesionales que fuman habitualmente o se encienden de manera esporádica un pitillo o puro. Uno de los casos más señalados es el Diego Maradona, fue a lo largo de su vida un reconocido seguidor de los habanos. El Pelusa tuvo grandes problemas con la droga y el alcohol y perdió precisamente una parte importante de su carrera por su adicción a la «mala vida». Maradona nos dejó el 25 de noviembre de 2020.
Prácticamente, se puede decir que todos los grandes jugadores de la historia han sido cogidos con un cigarro bajo la boca. Zidane no tenía imagen de fumador, pero en esta instantánea fue pillado «in fraganti».
Y qué decir de los futbolistas brasileños. Roberto Carlos, Ronaldo, han sido muchos no los que no han podido resistir a los encantos de una buena calada. Especialmente, Romario al que según se le ve, los puros en compañía de amigos, parecen gustarle mucho, tanto como marcar goles a los guardametas contrarios.
En Inglaterra, fumar y beber ha sido norma habitual en muchos futbolistas. El caso más sonado es el George Best. El irlandés se declaró un enamorado de la noche, el juego, las mujeres y el alcohol. Así acabó, muriendo antes de tiempo y con mucho sufrimiento. Claro que no ha sido el único británico en fumar de forma reconocida.
Paul Gascoigne ha tenido que ir a varios centros de rehabilitación por culpa de su adicción a las bebidas de alta graduación. Quizás, por ello, hoy se le vea con una imagen de un hombre mayor, mucho más mayor de los años que realmente tiene.
En la actualidad, son varias las cabezas visibles que han sido cogidas por los fotógrafos con un cigarro en la boca. El lateral inglés Ashley Cole parece estar enganchado a este vicio, algo que parece no ocultar demasiado y que parece no perjudicarle en exceso en su rendimiento deportivo.
No fumador habitual, pero si ocasional es Piqué que en vacaciones o celebraciones no tiene incoveniente en darle a sus labios el aroma de un buen puro con el que saciar su apetito tabaquístico.
Algo que también es extrapolable a Ozil, que rodeado de amigos parece haber dado rienda suelta a un voracidad fumadora con el alta mar de excusa.
Uno de los casos más paradigmáticos es el de Buffon. El meta de la Juve, santo y seña de su equipo y de la selección, aprovecha al máximo su tiempo libre. Mujeres y tabaco forman parte de su demanda. Demanda, que como vemos se cumple de sobra.
Y para acabar dos clásicos. No, no es Mágico González, aunque bien podría estar el salvadoreño. Es Luis Aragonés (1938-2014), el Sabio de Hortaleza, fumador empedernido desde tiempo inmemoriales y amante de la noche el que vemos con un pitillo en la boca. Al sabio, le sigue otro histórico.
Robert Prosinecki, el exjugador croata del Real Madrid, que además de ser un virtuoso con la pelota, era otro talento con el cigarro en la boca. Quizás, más que con el balón.