Última actualización 30 septiembre, 2020 por Alberto Llopis
George Weah es el mejor jugador de la historia de Africa. Con permiso del mítico Eusebio (portugués pero nacido en Cabo Verde), Samuel Etoo, Roger Milla o Didier Drogba entre muchos otros. Weah fue la ‘Pantera Negra‘, el gol venido desde Liberia.
La leyenda de la Pantera Negra
El potente delantero africano como casi todo jugador de ese continente, empezó su camino en el fútbol europeo en Francia. El fútbol francés, especialista en reclutar a talentos del continente negro, se fijó en él. Recaló en las filas del AS Mónaco en 1988, donde su entrenador por esa época era Arsene Wenger, el cual, dijo de él que «George Weah sí que fue una sorpresa. Igual que cuando un niño encuentra un huevo de chocolate el domingo de Pascua. No he visto a ningún otro jugador eclosionar como lo hizo él»
Los números de George Weah refrendaron las palabras del técnico pues con el Mónaco, jugó 103 partidos, marcando 47 goles. El delantero liberiano permaneció en el conjunto monagués hasta 1992 donde fichó por el PSG. En el conjunto parisino realizó excelentes temporadas. Ganó una Copa de Francia (1993) y una Copa de la Liga (1994). Marcó 16 goles en 25 partidos Europeos y dio auténticas exhibiciones de fútbol lo que le valió para que en 1995 fuera fichado por el AC Milan.
George Weah, el único Balón de Oro africano de la historia
Lo hizo después de haber sido Pichichi de la Champions con los franceses. Allí conquistó los Scudettos de la temporada 1995/96 y el de la 1998/99, sumando 46 goles en 114 partidos. Además coleccionó numerosos premios individuales. En 1995 se convirtió en el primer y hasta la fecha único futbolista africano que ha recibido el título de Jugador Mundial de la FIFA; se proclamó Jugador Africano del Año en dos ocasiones, en 1989 y 1994; conquistó el Balón de Oro en 1995 siendo el único jugador africano en conseguirlo y la prensa continental lo proclamó Jugador Africano del Siglo.
Hablar de George Weah es hablar de uno de los delanteros más poderosos que han pisado un terreno de juego. Con su 1,84 y sus 82 kilos en su mejor época, poseía un potente disparo y una eficacia increíble frente a la meta contraria. En resumen, tenía prácticamente todas las bazas necesarias para convertirse en uno de los más grandes.
Y así fue. Con una zancada era capaz de dejar a varios rivales detrás y dejó para el recuerdo un gol que marcó en San Siro frente al Verona. George Weah cogió el esférico en la frontal de su área y recorrió todo el campo en carrera dejando atrás hasta siete contrarios para batir al portero rival. Una obra de arte que aún está en la retina de muchos aficionados al fútbol. A partir de 1999, fue cambiando de un equipo a otro. Pasó por el Manchester City y por el Olympique de Marsella para acabar en diversos equipos de nivel menor hasta su retirada en 2003.
El único lunar a su carrera, fue que debido al pobre nivel de su selección nacional (llego a patrocinarla él mismo para poder jugar), jamás pudo jugar un Mundial ni una competición menor. Sin duda toda una injusticia para uno de los mejores delanteros que el fútbol ha dado jamás que se convirtió así en uno de esos grandes futbolistas que nunca jugaron un Mundial.
Carrera política y el debut de su hijo como futbolista profesional
En 2005, George Weah que es todo un ídolo en Liberia, se metió en política donde luchó en las elecciones por la presidencia del país africano y consiguió convertirse en el presidente del país africano en 2018. Sin duda un hombre que siempre llegó a lo más alto en lo que se propuso.
Por si fuera poco, su hijo Timothy Weah debutó como jugador profesional en 2018 en el PSG y debutó ese mismo año con la selección de EEUU, país en el que nació para hacer bueno eso de «tal palo, tal astilla» y convertirse en una familia más de la lista de padres e hijos futbolistas.