Última actualización 14 marzo, 2018 por Alberto Llopis
El 19 de mayo de 2013 Jimmy Carragher no lo olvidará fácilmente. Ese día, uno de los centrales más longevos de la larga historia del Liverpool puso fin a su carrera deportiva. Lo hizo en Anfield contra el Queen´s Park Rangers en un encuentro donde estrelló un balón al palo y donde recibió el cálido homenaje que toda leyenda merece. Su sustitución y los cánticos apasionados del graderío exigiéndole «un año más» difícilmente tardarán en borrarse de la memoria.
Y es que si hacemos un balance de quién es Jamie Carragher, posiblemente saquemos la conclusión de que estamos hablando de uno de los mejores centrales o mediocentros defensivos de la historia del fútbol inglés. 34 partidos internacionales con los pross, con los que consiguió disputar dos Mundiales (2006 y 2010) y una Eurocopa (2008), más de 700 encuentros (737, el segundo red que más) con el que fue su único equipo, el Liverpool, forman parte de las estadísticas de un hombre que prolongó su carrera hasta los 35 años.
Campeón de aquella UEFA ganada de forma milagrosa al Alavés por 5-4, sin duda, el mejor momento de su carrera vendría de la mano de Benitez, quien supo reconducir su carrera y convertirlo en pieza clave de aquel conjunto que conseguiría levantar un 3-0 adverso en la final de la Champions de 2005. De central, pasó a medio centro, por supuesto, de corte defensivo.
No fue nunca Jamie Carragher un portento goleador, pues sólo cinco tantos llevaron su firma. Claro que no le hizo falta, pues su juego era otra cosa: contención, fuerza, disciplina táctica, carácter eran los mimbres de su estilo rocoso. No exento de polémica, devolvió al público una moneda en 2002 durante un partido de la FA CUP que le habían tirado, en uno de sus incidentes más famosos, que no el único, pues también sufrió un altercado en un colegio e incluso en su biografía declaró haber ido a lesionar a un compañero (Rigobert Song).
De enorme temperamento, sus 10 años como vice-capitán de los red le hicieron ganarse el apoyo de Anfield, quien lo trató con el cariño de las grandes figuras históricas del club. Su constancia y sacrificio representaban aquel futbolista que no posee una gran técnica, pero que a cambio suple sus carencias con lo que más quiere el público: entrega y sudor por una camiseta. Y es que no en vano, Carragher fue y será una de ellas estrella donde el trabajo permanecerá para siempre en los ojos de la gente. Desde Colgados por el Fútbol, ahí va nuestro homenaje a este monstruo del fútbol.