Última actualización 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
Quizás, para muchos aficionados al fútbol, si nombramos a Marco Etcheverry no lo conocen. Pero si a un boliviano le dices ese nombre, te dice que fue el mejor del mundo. Marco Antonio Etcheverry Vargas nació un 26 de Septiembre de 1970 en Santa Cruz, y muy pronto comenzó a destacar, debutando con 16 años con el Destroyers boliviano. Sus 17 goles en 81 partidos le valieron para fichar por el grande de Bolivia, el Bolivar, donde siguió con un gran nivel, con 21 goles en 41 partidos.
Esta gran temporada hizo que se fijaran en él desde Europa, y así fue como cruzó el charco y fichó por el Albacete Balompié español en la temporada 91-92, con solo 21 años. Generó mucha ilusión y estuvo en el mejor Albacete de la historia, un conjunto que quedó séptimo y quedó a un solo punto del Real Zaragoza, lo que hubiese significado jugar la Copa de la UEFA en la siguiente temporada. Pero la campaña del “Diablo” en Albacete no fue del todo buena, jugando solo 15 partidos y anotando dos goles, no terminando de ser decisivo para Benito Floro, lo que le hizo volver a América, continente que ya no abandonaría hasta el final de su carrera.
Colo-Colo chileno y América de Cali, en Colombia, fueron sus destinos antes de llegar al gran club de su carrera, el DC United norteamericano. El Mundial de USA 94 había abierto un nuevo mundo a un país que vivía con el baloncesto, el beisbol y el futbol americano en su día a día. Etcheverry firmó por DC United y tras dos cesiones a Barcelona y Emelec bolivianos, estuvo 5 campañas jugando en USA, con 190 partidos y 34 goles, así como la increíble cifra de 101 asistencia, a día de hoy muy recordado en la liga norteamericana. Se retiró en 2004, jugando para Bolívar, cuando ya contaba con 34 años.
Pero si por algo es conocido en su carrera es por formar parte de una de las mejores selecciones bolivianas de la historia, la que participó en el Mundial de USA 94. Tras una clasificación memorable, en la que el mismo “Diablo” Etcheverry convirtió un gol histórico en el partido en el que Brasil perdió su imbatibilidad en eliminatorias de clasificación, la selección boliviana del mister Xabier Azkargorta jugaba su tercer Mundial, tras las ediciones de 1930 y 1950, donde no pudo conseguir ni un gol.
Encuadrada en un grupo difícil con Alemania, Corea del Sur y España, los bolivianos plantaron cara a la gran Alemania de Matthaus, Klinsmann o Sammer y en el que sólo perdieron con un gol de Klinsmann. Además, nuestro protagonista consiguió un hito, eso sí, negativo: Fue expulsado por roja directa a los 4 minutos, siendo una de las expulsiones mas rapidas de la historia de los campeonatos del Mundo. En la segunda jornada, tocaba jugar con Corea del Sur, y aunque Etcheverry no jugó, el empate a cero se convirtió en el primer – y único – punto de la selección boliviana en un Mundial.
Los demás resultados significaban que una victoria en la última jornada ante España podía meter a Bolivia por primera vez en octavos de final, pero un 3-1, con dos goles de Caminero y uno de Guardiola mandaban a los sudamericanos para casa. Erwin Sánchez logró el gol boliviano, único que tienen en la historia de los Mundiales.
El «Diablo» Etcheverry disputó 71 partidos con su selección, logrando 13 goles y siendo considerado como uno de los mejores de la historia del futbol boliviano. Además, reconociendo su gran fútbol en Estados Unidos, en 2005 fue elegido como uno de los mejores jugadores de la historia de la MLS norteamericana.
En la actualidad, Xabier Azkargorta, de nuevo seleccionador boliviano, lo ha llamado para ser su ayudante en la selección, algo muy celebrado en el país sudamericano. Es, por tanto, un grande del futbol boliviano por no decir el mejor de la historia del modesto fútbol del país sudamericano.