Última actualización 14 marzo, 2018 por Alberto Llopis
Martín Palermo es sin duda uno de los mejores jugadores que ha dado la historia del fútbol argentino. Capaz de lo mejor y de lo peor, su estilo, siempre fue diferente al de un futbolista normal. A lo largo de una larguisíma carrera sobre el verde, coleccionó multitud de anécdotas e historias. Un futbolista, que anotó 237 goles como delantero de Boca Juniors, el club de sus amores. En Colgados, queremos repasar algunas de las mejores anécdotas del loco más grande de la historia del fútbol argentino.
Palermo escribió su nombre en el libro Guinness de los récords en 1999 aunque seguramente, este récord no le hubiera gusta tenerlo. En un partido de la Copa América de dicho año, el delantero argentino falló tres penaltis en un mismo partido, un hito tan histórico como desesperante. Unos meses antes, había metido un penalti de la manera más peculiar de la historia, tanto que con reglamento en mano incluso dejaba hasta duda. Chutó un penalti y resbaló, al caer al suelo golpeó con la otra pierna marcando el conocido penalti de «las dos piernas».
En 2001, vivió posiblemente uno de los peores momentos de su vida. Jugaban Levante y Villarreal un partido de la Copa del Rey de la temporada 2001/02. Palermo anotó un gol para los del Madrigal, equipo por el que había fichado no hacía mucho y donde jugarían otros ilustres de Boca como Riquelme, Cagna y Arrabarruena. Lleno de emoción, se acercó a donde estaban los seguidores del Villarreal, justo detrás de una portería. Entre abrazos, los seguidores se amontonaron contra el murito que les separaba del campo y éste cedió, cayendo encima de la pierna de Marín Palermo junto a unos cuantos aficionados. Servidor, que estaba presente en el estadio esa noche, observo desde otro lugar del campo una acción que fue tan dramática como absurda.
Ni corto ni perezoso, en el 2007, marcó un golazo desde 60 metros y le marcó un Poker de goles a Colón. En 2010 le llegó uno de sus grandes momentos de gloria. Ya veterano, fue convocado por Maradona para la selección albiceleste. Argentina, que casí llegó al Mundial de Sudafrica de chiripa, se la jugaba contra Perú. Los pupilos de Maradona sólo les valía ganar y el partido con 1 a 1, parecía por sensaciones alejar a los argentinos de la victoria. Pero ganaron y no fue ni gracias a Messi, ni a Higüain, ni Di María ni Tevez ni del Kun Agüero, la nomina habitual ya por aquel entonces de delanteros argentinos.
Fue él, en uno de los goles más recordados del fútbol argentino, fue Martín Palermo quien tras un barullo no resuelto en el aréa, marcó uno de los goles más recordados por los argentinos. Aún le quedaban cosas por hacer. Maradona, lo llevó a ese Mundial al que gracias a su gol a Perú, habían llegado y Palermo con 36, casi 37 años, anotó un gol a Grecia siendo así el argentino más viejo en hacerlo en un Mundial.
Finalmente, Palermo se retiró en 2011 con 38 años dejando una carrera llena de títulos personales y colectivos, anécdotas y goles, muchos goles. Un futbolista irrepetible con un don especial de esos que hacen que un jugador sea diferente a la media. Sin duda con sus cosas, Martín Palermo fue uno de estos.