Última actualización 23 enero, 2023 por Alberto Llopis
Pocos jugadores pueden ser considerados tan fieles a un equipo como Julen Guerrero a su Athletic de Bilbao. Este vizcaino de Portugalete nacido en 1974 está considerado como el estandarte rojiblanco de los años 90. Y es que su carrera resultó un tanto precoz, pues ya con 18 años había conseguido debutar en Primera División, concretamente en un Athletic – Cádiz del 6 de septiembre de 1992.
Julen Guerrero, la sensación del fútbol español de inicios de los 90
Los primeros años de este mediapunta resultaron muy prometedores, pues ya en su segundo año, sería capaz de anotar un total de 18 goles en 36 partidos con el Ahtletic. Su llegada desde segunda línea, así como su gran visión de juego, le valieron inclusive para ser convocado para disputar el Mundial de Estados Unidos 94. Eran tiempos mágicos para el bueno de Julen que no paraba de coleccionar éxitos personales.
En la selección era considerado un talisman, pues España nunca perdía con él en el terreno de juego ( estuvo 39 partidos invictos con el equipo nacional), y en su equipo había sido renovado casí de por vida poniendo fin a las especulaciones de ser fichado por Madrid, Barcelona o Milán. Incluso se llegó a rumorear, que el club italiano le había ofrecido pagar la cláusula de rescisión y un cheque en blanco para firmar.
Por, si fuera poco, su atractivo físico le convertía en un icono sexual, pues todas las adolescentes buscaban autógrafos de este rubio, que triunfaba allá por donde iba. Pocos futbolistas forraron carpetas como él en esta practica tan habitual entre las adolescentes en los años 90. Convocatorias para la Eurocopa 96 y Mundial 98, así como un subcampeonato con el Athletic en la temporada 97-98 hacían aumentar la leyenda de este jugador.
La famosa jugada en la que Simeone le hizo un agujero en el muslo
Sin embargo, el paso de los años iban a suponer el inicio de la decadencia de Julen Guerrero. Poco a poco, fue siendo postergado hacia la suplencia por Luis Fernández, entrenador del momento, y una lesión provocada por un espectacular pisotón de Simeone le iban a relegar a un segundo plano, a pesar de la insistencia de San Mamés por saltar más al terreno de juego.
Finalmente, en 2006, Julen Guerrero iba a poner punto final a su trayectoria futbolística con 14 temporadas y 372 partidos a sus espaldas en los que anotó 101 goles dejando tras de si una leyenda como futbolista.