Última actualización 18 septiembre, 2024 por Alberto Llopis
«Solo tres personas en la historia han conseguido hacer callar al Maracaná con un solo gesto: el Papa, Frank Sinatra y yo». Así se define, Alcides Ghigghia, el hombre que un 16 de julio de 1950 tuvo la feliz ocurrencia de marcar un gol que sirvió para dejar llorando a un estadio con más de 200.000 espectadores prestos a ver coronar a Brasil campeona del mundo por primera vez en su historia.
Alcides Ghiggia, uno de los mejores futbolistas uruguayos de la historia
Tenía mucho y mucho bueno Ghigghia sobre el campo. Rápido, astuto y con facilidad para ver puerta, formaba parte de la Escuadrilla de la Muerte, el quinteto que había hecho coronar a Peñarol un equipo temible (sólo perdió un partido en 1949) y del que formaba parte junto a mitos como Juan Hohberg, Enrique Hugo y Juan Alberto Schiaffino y Ernesto Vidal.
Grandes futbolistas, donde unos ponían los goles, otros la magia y calidad y uno, Ghigghia, hacía un poco de todo. Quizás, su mejor ilustración fue el golazo que marcó en 1949 ante River Plate, una jugada donde se pudo ver lo mejor de él.
Aunque, sin duda, lo que marcó su trayectoria fue el Mundial de Brasil 1950. Uruguay volvía a un Mundial tras ganar el de 1930 y su racha victoria no iba a acabar en Brasil. En parte porque Gigghia se iba a transformar en un goleador voraz que iba a anotar cuatro goles en el campeonato, con el matiz de que tres iban a ser en los tres encuentros de la fase final.
El hombre que culminó con su gol ‘El Maracanazo’
Entre ellos, el gol del siglo, de la historia, como ustedes quieran, porque su importancia posiblemente sea la más alta jamás registrada en un campo de fútbol. Corría el minuto 79 del último partido del Mundial. A Brasil, le valía empatar para proclamarse campeón, a Uruguay sólo la victoria.
Con empate a uno, Alcides Ghigghia soltó un lanzamiento con su pierna izquierda: el objetivo batir a Barbosa, el portero brasileño que estaba en el sitio equivocado el partido equivocado. Fue un disparo duro, seco, que tal vez era parable pero que acabó en gol.
La hazaña más grande de la historia, el Maracanazo, el fin del mundo para un país y para un hombre Barbosa que en sus últimos días de vida confesaría: «la pena máxima en Brasil es de 30 años de prisión, pero he estado pagando por algo que ni siquiera soy responsable, ahora hace 50 años».
Una fructífera etapa en Italia y cambio de selección
Luego, Ghigghia, un ídolo en Uruguay se fue a Italia, donde jugó 12 años en la Roma y donde incluso se nacionalizó italiano llegando a jugar con los azzurri la fase final del Mundial 58. Pero no fue lo mismo, Ghigghia era uruguayo, es uruguayo y siempre lo será. Pese a sufrir en un terrible accidente de tráfico en 2012 que lo tuvo al borde de la muerte, aún vivió 3 años más hasta su muerte un 16 de julio de 2015 a los 89 años.
PD: por culpa de él, uno de los mejores futbolistas uruguayos de la historia, Brasil dejó de jugar de blanco y pasó al amarillo.