Última actualización 19 marzo, 2020 por Alberto Llopis
El España-Dinamarca de 1993 quedó en la retina de los aficionados españoles como uno de los partidos más tensos que se le recuerdan a la selección española. Hoy en Colgados por el fútbol vamos a volver a abrir nuestro particular baúl de los recuerdos para rememorar un partido que fue ante todo emocionante, tenso, de los que uno se acuerda para siempre. Por ello vamos a viajar hasta el 17 de noviembre de 1993, hasta Sevilla, hasta el España 1- Dinamarca 0.
El camino a USA 94 fue un camino duro para España
El 17 de noviembre de 1993, Eire, España y Dinamarca se jugaban un billete para el Mundial de USA 94. Solo dos de las tres selecciones podrían acceder al Mundial americano. Eire jugaba contra sus vecinos de Irlanda del Norte que no se jugaban nada, España y Dinamarca se jugaban entre si la otra plaza en un partido a cara de perro, a vida o muerte, por lo que la tensión era más que evidente.
El partido, disputado en el Sánchez Pizjuán, fue de infarto desde el primer minuto, adquiriendo tintes dramáticos cuando a los 10 minutos de partido cuando Zubizarreta, en un error garrafal, entregó el balón a su por entonces compañero en el Barcelona, Michael Laudrup.
El danés encaraba la meta española completamente solo después del regalo de Zubizarreta, cuando el guardameta español eligiendo la menos mala de las opciones que le quedaban, derribó ala estrella danesa fuera del área. Falta y expulsión justa. Quedaban 80 minutos de partido más descuento por delante, la tarea parecía titánica, el Mundial se escapaba.
El España-Dinamarca fue el debut triunfal de Santi Cañizares con España
Y al más puro estilo película americana de grandes gestas deportivas, debutaba en la selección española un joven guardameta que todos conoceréis, Santiago Cañizares quien luego se convertiría en uno de los mejores porteros de la historia de España.
El por entonces guardameta del Celta de Vigo, se enfrentaba ante la dura responsabilidad de mantener su portería resguardada con su equipo con un hombre menos contra un rival que también que se jugaba el pase a un Mundial. Una parada tras otra, fue desmantelando los ataques de los jugadores daneses, realizando auténticas intervenciones magistrales y cuajando así una actuación sublime. El joven que había salido de rebote, se había convertido en héroe por accidente, se había convertido en la figura de un encuentro tan angustioso como apoteósico. Había hecho historia.
Además de las paradas de Cañizares, hacía falta marcar
Pero mientras Cañizares desmantelaba una y otra vez las acciones danesas, el resultado en Belfast del partido que enfrentaba a las dos Irlanda dejaba fuera a España. Hacia falta un milagro, recurrir a la furia, recurrir a la épica. Con unos jugadores físicamente al límite después de aguantar todo el partido con uno menos ante un rival exigente, la selección necesitaba otro milagro y llegó.
Así en el minuto 62, Jon Andoni Goikoetxea botó un saque de esquina, para que Fernando Hierro llegara desde atrás rematando un soberbio cabezazo para batir a Peter Schmeichel, el mejor portero del mundo en ese momento. La grada explotó de éxtasis, el Pizjuán se venía abajo, se estaba obrando el milagro.
Ahora el resultado del partido y el resultado en Belfast dejaba fuera a los daneses que por supuesto se volcaron aún más hacia el área española, pero ese día Santi Cañizares estaba bendecido por los dioses y volvió a desbaratar varias acciones con paradas que hicieron gala al mote que posteriormente le pondría Claudio Ranieri; el «Dragón».
El árbitro tras cinco minutos de angustioso descuento, pitó el final del partido ante la decepción de los daneses, que vieron como se les escapo un partido que habían jugado con uno más durante prácticamente 85 minutos. Los españoles de Javi Clemente, celebraban su pase para USA 94. Un Mundial digno de recordar y en el que solo la mala fortuna y un atraco arbitral ante Italia impidieron que España hiciera historia antes del siglo XXI.