Última actualización 3 noviembre, 2020 por Alberto Llopis
Luis Figo es uno de los mejores extremos de la historia. El extremo, es esa especie rara, casi en extinción en el fútbol moderno. Ese tipo de jugador que se pegaba a la cal y desbordaba con total atrevimiento y desparpajo a cualquier rival que saliera a su paso es cada vez más complicado de ver. En la historia del fútbol los han habido y muchos, pero el portugués fue de los mejores.
Desde su comienzo de su carrera en el máximo nivel en uno de los grandes de Portugal, el Sporting de Lisboa destacó con sus regates y su capacidad de desbordar al rival con una facilidad insultante lo que le convirtió en uno de los futbolistas más cotizados del planeta a mitad de los 90.
El fichaje de Luis Figo por el Barça
Su excelente trayectoria en el Sporting de Lisboa le llevó al FC Barcelona de Johan Cruyff con tan sólo 22 años en 1995. Sin embargo, su contratación no fue fácil, porque antes de que el Barça llamara a sus puertas, Figo había iniciado gestiones con dos equipos italianos: La Juventus y el Parma. Este suceso le podría haber acarreado una sanción de dos años sin poder salir de Portugal.
Al final, por 230 millones de pesetas de la época que tampoco eran un traspaso exagerado para un jugador de su nivel, fue traspasado al Barcelona. Por su carácter ganador y liderazgo se hizo pronto un hueco en el vestuario y un lugar privilegiado en el corazón de la afición azulgrana, para quienes se convirtió en el estandarte del barcelonismo. En el Barça siempre dio muestras de su calidad a pesar de estar a las órdenes de tres entrenadores con estilos muy diferenciados: Cruyff, Bobby Robson y Louis van Gaal.
Con todos ellos, el portugués demostró su capacidad para adaptarse a cualquier modelo de juego siempre que éste apostara por el juego exterior. En su etapa en el Barça, Figo ganó una Supercopa de España, dos Copas del Rey, dos Ligas, una Recopa de Europa y una Supercopa de Europa.
El fichaje de Luis Figo por el Real Madrid, el inicio de ‘La era de los Galácticos’
En el verano del 2000 llegaría la polémica y es que el nombre de Luis Figo copó en el verano de dicho año todas las portadas de los diarios debido a las campañas electorales a las presidencias del Real Madrid y del Barcelona. Florentino Pérez llegó a decir que si el salía presidente y no cumplía su promesa de traer a a la estrella portuguesa, pagaría personalmente los abonos de todos los socios. Desde Barcelona, se frotaban las manos, pues todos los candidatos a la presidencia afirmaban que Figo no se movería de allí.
Al final, por 10.000 millones de las antiguas pesetas, Luis Figo se marchó al Bernabéu siendo así en el primer ‘galáctico’ del presidente del Real Madrid. Desde el punto de vista económico fue rentable para el Barcelona, pues costó 230 millones y se vendió por 10.000, pero institucionalmente fue un mazazo pues no solo se marchaba el ídolo de la afición, sino que encima, lo hacía al eterno rival.
Su regreso al Camp Nou con la camiseta del máximo rival le acarreó una sonora pitada y generó uno de los hechos más curiosos pero a la vez más lamentables que se recuerdan. Le cayó desde un teléfono móvil hasta una cabeza de cerdo. En 2001 recibió el Balón de Oro. Con el Real Madrid, ganó a Liga en dos ocasiones, la Supercopa de España en dos ocasiones, la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental.
Fin de carrera en el Real Madrid y fichaje por el Inter
Tras cinco temporadas como jugador blanco y sin ser tenido en cuenta por Vanderlei Luxemburgo, entrenador del Madrid en ese momento, Luis Figo es traspasado al Inter de Milán en verano del 2005, convirtiéndose en el primero de los galácticos en abandonar el club. Con el Inter ganó cuatro Scudettos consecutivos certificando el dominio de los interistas en Italia y anunció su retirada tras ganar el último en la temporada 2008/2009.
Es uno de los mejores jugadores portugueses de la historia por méritos propios
A nivel internacional, con la selección portuguesa, fue campeón de Europa sub 16 en 1989, campeón del mundo sub 20 en 1991, tercero en la Euro 2000, subcampeón en la Euro 2004 y consiguió el cuarto puesto en el Mundial del 2006. Además disputó la Euro del 96 y el Mundial del 2002. Jugó en total con la selección lusa 127 partidos anotando 32 goles y le cedió el relevo a Cristiano. Luis Figo, aparte de uno de los mejores extremos de la historia es sin duda uno de los mejores jugadores portugueses de la historia.