Última actualización 7 noviembre, 2024 por Alberto Llopis
Iván de la Peña fue uno de esos futbolistas que marcaron una época, no solo por su técnica y calidad, sino por la singularidad de su estilo. Conocido como «El Pequeño Buda» debido a su siempre perfectamente cabeza rapada, de la Peña fue un jugador con un talento excepcional para el pase y una visión de juego inigualable. Capaz de encontrar espacios donde otros solo veían césped, el jugador cántabro parecía destinado a ser una estrella mundial, aunque su carrera se quedó a medio camino, dejando la sensación de que su talento, daba para mucho mucho más.
Nacido en Santander el 6 de mayo de 1976, Iván de la Peña fue formado en La Masia, la cantera de talento del Barcelona, y desde joven destacó en todas las categorías inferiores.
En 1995, a los 19 años, ya era considerado el mejor jugador de la Segunda División en el Barça B, lo que llamó la atención del legendario Johan Cruyff, quien lo promovió al primer equipo en la temporada 1995-96. Aunque aquella época coincidió con el ocaso del «Dream Team» de Cruyff, De la Peña demostró su gran calidad desde sus inicios.
El ascenso de Iván de la Peña y la «Quinta del Mini»
De la Peña formó parte de una generación de talentos conocida como la «Quinta del Mini,» en referencia al Mini Estadi del Barça B, aunque sin llegar al impacto de la famosa «Quinta del Buitre» del Real Madrid. Con su estilo peculiar y su habilidad para filtrar pases imposibles, «Lo Pelat» se convirtió en un jugador de culto en el fútbol español. A pesar de su proyección, su carrera en la selección española fue limitada, debutando en la absoluta recién a los 29 años y después de varias lesiones que afectaron su rendimiento.
La dupla inolvidable con Ronaldo en la 96-97 y su salida del Barça
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue la dupla que formó con Ronaldo Nazário, el “Fenómeno”, en la temporada 1996-97. La de la Liga de las Estrellas.
De la Peña veía los espacios y mandaba el balón, y Ronaldo, con su explosiva velocidad y potencia, se encargaba de finalizar las jugadas.
Sin embargo, la llegada de Louis van Gaal al Barcelona significó el fin de esta etapa. En 1997, el club catalán vendió a De la Peña a la Lazio por 2500 millones de pesetas, comenzando así una etapa marcada por altibajos y cesiones, en equipos como el Olympique de Marsella y un regreso al Barça en 2001, aunque su rendimiento ya no fue el mismo. Apenas jugó en todo ese periodo. Y cuando todo parecía perdido, llegó el RCD Espanyol.
It’s Ivan de la Pena’s birthday this week.
So here’s a big goal from The Little Buddha…pic.twitter.com/tYUbhKMkgb
— A Funny Old Game (@sid_lambert) May 7, 2021
La revitalización de Iván de la Peña en el Espanyol
En 2002, De la Peña llegó al Espanyol, el eterno rival de su club formador. En este equipo, logró una segunda oportunidad en su carrera, manteniéndose en el primer equipo hasta su retiro en 2011. Y haciéndolo a un nivel espectacular.
Fue durante esta etapa cuando alcanzó finalmente la internacionalidad de la mano de Luis Aragonés, quien valoró su talento y le brindó la oportunidad de representar a España en categoría absoluta tras haberlo hecho en todas las inferiores. Aunque solo llegó a jugar cinco partidos con la selección.
Iván de la Peña, pese a su innegable habilidad y momentos brillantes en el campo, se retiró en 2011 dejando una sensación agridulce entre los aficionados. Fue un jugador con un talento único, que quedó atrapado entre las expectativas que eran muy altas y los desafíos de una carrera marcada por altibajos y la irregularidad.