Última actualización 6 mayo, 2024 por Alberto Llopis
Fernando Redondo será recordado por ser uno de los mejores mediocentros defensivos de los años 90. Su juego práctico, de toque, y calidad, sin descuidar las labores defensivas, le convirtieron en uno de los mayores referentes del puesto para generaciones venideras. Y es que Redondo, nunca decía que no a salir la con la pelota controlada. Siempre encontraba en el esférico su mejor aliado para armar el juego de su equipo.
Los comienzos de Redondo empezaron en su Argentina natal, en el Argentino Juniors, equipo con el cual iba a debutar en 1985 y donde iba a estar hasta 1990. En el club argentino, el «Príncipe» iba a disputar un total de 75 partidos en los que iba a dejar patente su gran clase. Quizá, el único punto negro de Redondo era la asignatura del gol, ya que raramente encontraba portería (solo un gol con Argentino Juniors). Pero tampoco era necesario para su juego.
Fernando Redondo, todo un icono en su posición
Ese mismo año 90, un error administrativo del club argentino iba a dejar a Fernando Redondo, como agente libre, lo que aprovechó Jorge Valdano para traerlo al Tenerife y hacerle debutar en la liga española. Con Valdano en el banquillo, Redondo lograría clasificar al Tenerife para la Copa de la UEFA y llamar la atención a los grandes equipos del momento. Su buen hacer en el equipo canario, le iba a valer para que Jorge Valdano se lo llevara al Real Madrid en la temporada 94. Ese verano, precisamente, Fernando Redondo iba a disputar su único Mundial, el de USA 94.
Con el equipo madrileño, el mediocentro argentino iba a encontrar su zenit. Todo ello pese a que su carrera como madridista empezó de manera dura y unos meses más tarde de lo previsto por una grave lesión producida el 23 de agosto de 1994 en un amistoso de verano ante el Athletic de Bilbao. Una entrada de Mendiguren, le provocó una rotura parcial del ligamento interno de la rodilla izquierda que le tuvo 2 meses de baja.
Pese a empezar su temporada casi en noviembre, el Santiago Bernabéu pronto quedó entusiasmado con la personalidad y habilidad de Fernando Redondo y lo convirtió en un referente. En el equipo blanco, lograría ganar entre otros títulos, dos ligas y dos Champions. Especialmente memorable iba a ser su partido en los cuartos de final de la máxima competición europea en el 2000, contra el Manchester United. En él, Redondo iba a hacer uno de los tacones más famosos que se recuerdan, dejando una auténtica jugada para la historia de la Champions.
No le iban también las cosas con su selección, donde problemas con Daniel Passarella le impedían el acceso al combinado nacional.
La Champions del 2000, el último servicio de Redondo como madridista
La conquista de la Champions en el año 2000 marcaría un cambio de ciclo para Fernando Redondo, que sería traspasado al Milán, equipo en el que permanecería hasta 2004, año de su retirada. En el club «rossonero», el argentino no tendría la continuidad deseada por las lesiones, que le acompañaron durante su última época.
Federico Redondo, el heredero de Fernando
Su hijo, Federico quien es sobrino de otro futbolista como fue Santiago Solari, debutó en el fútbol profesional argentino en 2022 como no de la mano de Argentino Juniors. Un caso donde pudimos observar aquello de tal palo, tal astilla por las similitudes físicas y en la forma de jugar de ambos. Poco después fue fichado por unos cuantos millones de dólares por el Inter de Miami de Leo Messi. Federico, decidió ir al fútbol norteamericano junto a jugadores como Suárez, Busquets y Messi pese a tener otras ofertas del fútbol europeo. Veremos si su carrera alcanza el nivel y las cotas de la de su padre.
Este chaval se apellida Redondo y si, es el hijo de Fernando 👊
pic.twitter.com/q6MrLllSnq— Colgadosporelfutbol® (@colgadosfutbol) July 13, 2022