Última actualización 10 marzo, 2021 por Alberto Llopis
Oliver Kahn está considerado uno de los mejores porteros de la historia. Y no es para menos, pues este gigantón alemán (1.88 cm) destacó por ser un cancerbero rápido, ágil, espectacular y con una presencia realmente intimidatoria para los rivales. Sus inicios fueron en el Karlsruhe, su ciudad natal (1969), donde debutó en 1987, aunque no sería hasta 1990 cuando realmente se haría con un hueco en el once inicial.
Oliver Kahn, el portero de aquel Karlsruhe que goleó por 7 a 0 al Valencia
En el club alemán tendría una participación destacada, especialmente en la Copa de la UEFA de 1993-94, cuando el equipo llegó a las semifinales después de apear al Valencia tras un histórico 7-0 en Alemania. Ese mismo año 94, Kahn sería fichado por el Bayern de Munich, dando un salto de calidad a su carrera y ascendiendo irremediablemente hacia el estrellato (ese año fue nombrado asimismo portero del año en Alemania). También ayudaría a eso, su progresiva participación en la selección alemana.
Con el Bayern, los títulos no se harían esperar. Una Copa de la UEFA en 1996 a costa de derrotar al Girondins de Zidane en la final y un título de liga en 1997 empezaron a sembrar el mito Kahn. Todo parecía ir a pedir de boca para un portero que en 1999 iba a sufrir su mayor fracaso deportivo. Tras haber ganado Liga y Copa y estar en disposición de hacer un triplete histórico, Kahn veía como en dos minutos finales de arreón inglés, el Manchester United le arrebataba la posibilidad de la Triple Corona en el Camp Nou.
Posibilidad que iba a vengar de sobra, dos años después en el Giuseppe Meazza, deteniendo el penalti decisivo en la final contra el Valencia y ganando por primera y única vez en su carrera la Champions. Título que completaría con la final Intercontinental y la Bundesliga. El reconocimiento a la trayectoria de ese año fue espectacular y Oliver Kahn fue nombrado mejor portero de Europa y del Mundo, además de mejor jugador de la liga alemana.
El Mundial de Corea y Japón, el mejor de su carrera
En 2002, se consagraría de nuevo en un gran evento, el Mundial de Corea y Japón, donde el portero llevaría a su equipo a la final y además lograría estar imbatido un buen número de partidos hasta que Ronaldo le batiera en el último encuentro por partida doble. No obstante, el trabajo de Oliver Kahn no pasó desapercibido y logró ser elegido el mejor portero del campeonato, siéndole otorgado dicho galardón por primera vez a un futbolista.
Tras el Mundial, su rendimiento bajó de forma notable, aunque no obstante fue convocado para la Eurocopa 2004 y el Mundial 2006 disputado en su país, donde sin embargo, Jens Lehmann le quitaría el puesto de titular bajo los palos. En agosto del 2008 ponía punto y final a su carrera con un amistoso entre el Bayern de Munich y su selección.
Sea como sea, la carrera de Oliver Kahn pasará a la historia como una de las más exitosas y espectaculares que se recuerdan para un portero. Ocho Bundesligas, seis copas alemanas, una Copa de la UEFA, una Champions, una Intercontinental, cuatro veces mejor portero de Europa y tres del mundo adornan su extenso palmarés.