Última actualización 21 julio, 2023 por Alberto Llopis
Ronaldinho fue uno de los jugadores con más magia que se recuerda. Con su eterna sonrisa, el brasileño dio auténticas exhibiciones sobre el campo y fuera de él. Aunque esto último es otra historia. Ganador del Balón de Oro en 2005 ya con la camiseta del Barça, tuvo una fructífera carrera donde no dejó indiferente a nadie.
¡Qué bueno era Ronaldinho!
Tal vez cuando se piense en Ronaldinho se piense en el gol de chilena al Villareal, o si me apuran en aquel gol de madrugada en aquel extraño partido de las 00.05 del Barcelona contra el Sevilla. Si no tal vez, se podría pensar en aquel en Stanford Bridge sin apenas tiempo para armar la pierna, o en el que marcó a Seaman en el Mundial de Corea y Japón 2002. O en vez de los goles, nos acordemos de ese pase de espaldas a un compañero, esa asistencia mirando a otro sitio mientras el delantero se queda solo…
Serían muchos los momentos mágicos de Ronaldinho, pero sobre todo recordaremos de él esa alegría contagiosa, esos regates acrobáticos, salidos de otro mundo…que hasta el Santiago Bernabéu tuvo a bien recordarle con una sonora ovación, algo que pocos futbolistas del Barcelona han podido hacer. Fue también el padrino de un tal Leo Messi que debutó a su lado. Demasiado bueno fue el Gaucho.
Una carrera fructífera
Cuentan que su primer equipo, el Gremio, lo firmó después de que Ronaldinho de pequeño metiera 23 goles en un mismo partido él solo. Una hazaña que estaba al alcance de pocos genios del balompié. Y Dinho era uno.
La carrera de Ronaldinho le llevó a jugar en equipos como el Gremio, el PSG (25 goles y 20 asistencias en 77 partidos), el Barça, el Milán, Flamengo, Atlético Mineiro, Flumimense y Querétaro mexicano. Un total entre todas las competiciones de 695 partidos, 266 goles y 166 asistencias.
También en la selección brasileña con la que disputó el Mundial de Corea y Japón donde marcó el golazo a Inglaterra del que antes te hablamos y el Mundial de Alemania de 2006. También jugó con la canarinha en los JJOO de 2008 celebrados en Pekín. Fue campeón del Mundo en 2002 y medalla de oro en 2008. Jugó con apenas 19 años la Copa América de 1999 y también 3 Copas Confederaciones (1999, 2003 y 2005). Entre todas las selecciones junto 165 partidos, 67 goles y 63 asistencias.
Ocaso tras la retirada
Se retiró del fútbol en 2018 con 38 años y de las últimas noticias que dejó fue cuando en plena crisis del coronavirus en abril de 2020, fue detenido en Paraguay por un tema de pasaportes falsos. Estuvo hasta junio de ese mismo año encarcelado junto a su hermano. Fueron puestos en libertad pero durante su cautiverio, le dio tiempo a ganar un torneo de fútbol sala de la cárcel. Genio y figura incluso así.