Última actualización 21 diciembre, 2024 por Alberto Llopis
El gol de Mijatovic en la final de la Champions League de 1998 puso el nombre del montenegrino en letras de oro en la historia del Real Madrid. El balcánico, es una de las figuras más queridas en la historia reciente del Real Madrid, no solo por su talento y carácter, sino por un gol que quedó grabado en la memoria de los aficionados merengues y que cambió el curso del club: su gol decisivo en la final de la UEFA Champions League de 1998. Un gol que no solo otorgó al Real Madrid su séptima Champions League, sino que marcó el inicio de una nueva era dorada para el club en el fútbol europeo.
El gol de Mijatovic en la final de la Champions 1998: El gol de la séptima
Antes de ganar la Champions League de 1998, el Real Madrid había estado en una larga sequía en la competición más prestigiosa de Europa, habiendo ganado su última Copa de Europa en 1966. Sin embargo, bajo la dirección de Jupp Heycknes, el Real Madrid regresaba a la final de la Copa de Europa después de más de tres décadas de espera.
La final, disputada el 20 de mayo de 1998 en Ámsterdam, enfrentaba al Real Madrid contra la Juventus de Marcello Lippi, un equipo de renombre en ese momento, que contaba con estrellas como Alessandro Del Piero, Edgar Dadvids y Zinedine Zidane entre otros.
Mijatovic y su Gol Inolvidable en la Final de la Champions de 1998: El Renacer del Real Madrid
En la historia del Real Madrid, pocos momentos son tan icónicos como el gol de Pedja Mijatovic en la final de la Champions League de 1998. Ese gol, que selló la Séptima Copa de Europa, marcó un hito histórico para el club.
De hecho, ese tanto sería el único que Mijatovic anotó en toda la campaña europea de esa temporada, pero su valor fue incalculable. No solo entregó el trofeo más preciado a los blancos, sino que también rompió una sequía de 32 años sin ganar la Copa de Europa, poniendo fin a una espera interminable.
El contexto de esa final de 1998, disputada el 20 de mayo en Ámsterdam, reveló a un Real Madrid de carácter inquebrantable, que, a pesar de la calidad de su rival, supo mantener la calma y aprovechar su oportunidad.
Enfrente estaba la Juventus, un gigante italiano con una plantilla llena de talento, entre ellos el formidable Alessandro Del Piero, quien había tenido una temporada excepcional, anotando 32 goles en todas las competiciones. Sin embargo, la defensa del Real Madrid, encabezada por Hierro y Sanchís, anuló completamente a la ofensiva italiana, incluida su estrella Del Piero, que se mostró irreconocible en ese día decisivo.
El Camino hacia la Final: Un Real Madrid Imparable
Antes de alcanzar la final de 1998, el Real Madrid demostró su poderío en la fase de grupos, donde superó al Rosenborg, Olympiacos y Oporto con autoridad. Ya en las eliminatorias, los blancos mostraron su mejor versión y eliminaron a dos clubes alemanes de renombre: el Bayer Leverkusen y el Borussia Dortmund, vigente campeón de Europa. Karembeu, quien se incorporó al equipo a mitad de temporada, fue fundamental en esos cruces con tres goles que permitieron al Real Madrid avanzar hacia la final.
La Final: El Gol Inolvidable de Mijatovic
El día de la final, Juup Heynckes alineó a un Real Madrid que, con determinación y una defensa sólida, no dio tregua a la Juventus. El equipo merengue salió al campo con Illgner en portería, Panucci, Hierro, Sanchís y Roberto Carlos en defensa, mientras que Karembeu, Redondo, Seedorf y Raúl conformaban el mediocampo. En el ataque, Morientes y Mijatović eran los encargados de hacer daño al conjunto italiano.
La Juventus, por su parte, saltó al césped con su alineación de lujo, que incluía a Peruzzi, Torricelli, Montero, Iuliano, Di Livio, Pessotto, Deschamps, Davids, Zidane, Inzaghi y Del Piero, un equipo que había llegado a la final por tercera vez consecutiva, con la esperanza de lograr el título.
Con el empate 0-0 en el marcador y el tiempo transcurriendo, llegó el momento que quedaría grabado en la historia. En el minuto 66, Roberto Carlos disparó desde fuera del área, pero su tiro fue desviado por la defensa, quedando el balón suelto en el área. Mijatović, con una calma impresionante, aprovechó el rebote, regateó al portero Peruzzi y, con su pierna izquierda, anotó el gol que cambiaría el destino de la final. El 1-0 colocó al Real Madrid al borde de la gloria, y ese tanto de Mijatović se convirtió en el gol que daría al club su séptima Copa de Europa.
🏆 Hoy hace 22 años, vivimos una noche mágica en Ámsterdam…
🙌 ¡Levantamos la Séptima Copa de Europa!#RMHistory | #HalaMadrid pic.twitter.com/R2Y5V8YwgU— Real Madrid C.F. (@realmadrid) May 20, 2020
La Resistencia del Real Madrid
Tras el gol de Mijatović, el Real Madrid supo cómo manejar la ventaja. La Juventus intentó por todos los medios igualar el marcador, pero el equipo madridista se mostró firme, con una defensa impenetrable y un control del juego que dejaba poco espacio para las sorpresas. Antes del descanso, Raúl tuvo una clara ocasión para ampliar la ventaja, pero su disparo se fue rozando el poste.
La segunda mitad fue un ejercicio de resistencia y concentración para los merengues, quienes, tras ese gol histórico, supieron mantener el 1-0 y llevar la final hasta el pitido final. Así, el Real Madrid se coronó campeón de la UEFA Champions League, levantando el trofeo tras una larga espera de 32 años sin conseguirlo. La Séptima se convirtió en una obsesión cumplida y una victoria que cambió la historia del club.
Un Gol que Marcaría el Inicio de una Nueva Era
El gol de Mijatović en 1998 no solo marcó la victoria en la Champions League, sino que también dio inicio a una nueva era dorada para el Real Madrid, que vería cómo el equipo regresaba a la cúspide del fútbol europeo, con nuevos éxitos y conquistas. Con la Séptima, el club comenzó una etapa de dominio en Europa que seguiría con la «era galáctica», en la que figuras como Zidane, Raúl, Ronaldo y Figo se unieron a la plantilla.
Mijatovic, será recordado para siempre por ese gol decisivo en Ámsterdam. Su nombre quedó inscrito con letras doradas en la historia del Real Madrid.