Última actualización 19 noviembre, 2022 por Alberto Llopis
Emmanuel Amunike fue uno de esos jugadores que dejó huella en la Liga española aunque fuera por el juego que dio pie su fichaje por uno de los colosos del fútbol mundial. Pese a ser considerado uno de los mejores jugadores africanos de aquel momento, su llegada al Barça resultó controvertida y no estuvo exenta de cachondeo y humor.
Emmanuel Amunike, uno de los peores fichajes de la historia del Barcelona
Amuneke (posteriormente llamado Amunike), nació el día de navidad de 1970, en Nigeria. Fue campeón olímpico, anotando incluso un auténtico golazo contra Argentina en los JJOO de Atlanta 96. Antes, había disputado la Copa del Mundo de USA 94, año en el que también había sido nombrado mejor jugador africano. Procedía del Sporting de Lisboa, donde había firmado buenas actuaciones.
Por lo tanto, cuando el Barça pagó por él unos 4 millones de dólares de la época, parecía que estaban más que justificados porque daba la impresión que se hacía con un gran jugador. Pero no tuvo esa suerte. Ya el día de su presentación, al ser preguntados los técnicos del Barcelona por las cualidades del jugador, estos respondieron que lo que más destacaba de él, era «su saque de banda».
El comentario, objeto de muchas burlas, dio paso a la leyenda de Amunike. El nigeriano no jugó mucho como culé en este periodo. Estuvo tres temporadas con más pena que gloria. Todo el mundo hablaba de él pero y los chistes superaban a los elogios. Y menos mal que no existían los memes. Jugó una veintena de partidos en todas esas temporadas y anotó un gol, si bien estuvo lesionado durante casi dos años y ya no jugó con el Barcelona hasta un partido de la Copa Cataluña.
Su carrera comenzó a ir cuesta abajo
Después, lo mandaron al Albacete donde siguió su cuesta abajo sin frenos, se fue a probar suerte a Corea y acabó con su carrera en Jordania, donde se retiró en 2004. Si bien, seguro que por aquellos lares, dejó patente su excelente habilidad para el nada despreciable arte del saque de banda.
Tras cerrar su carrera, Emmanuel Amunike aprovechó su carisma para salir en el anuncio de la Renault Kangoo que también anunciarían otros dos jugadores peculiares del fútbol español como Robert Prosinecki o Adolfo «El Tren» Valencia. Tras esto, se trasladó a vivir por la zona cántabra con su mujer, donde ejercía de entrenador de un equipo local, al que entrenaba porque según nuestro protagonista «el alcalde me ha reconocido y me ha pedido que entrene al equipo», puesto que a día de hoy, desconocemos si sigue ejerciendo.
Como detalle curioso, más aún si cabe que nuestro protagonista, al ser preguntado el responsable de la creación del anuncio de Renault sobre la elección del nigeriano, este contestó que habían hecho una tormenta de ideas para buscar jugadores que por un motivo u otro, hubieran llamado más la atención por motivos extradeportivos que por su rendimiento en el campo y comentó que Amunike, había salido el primero en la lista. Por desgracia, quedó como uno de los peores fichajes de la historia del Barcelona.