Última actualización 18 junio, 2024 por Alberto Llopis
El fichaje de Johan Mjällby por el Levante debería estar en el manual de como no se tiene que firmar a un jugador. En 2004, año de vuelta del club granota a 1ª División tras más de 40 años, a la entonces parcela de fichajes del Levante UD se le ocurrió fichar a un veterano jugador sueco, con un currículum importante pero con un historial de lesiones recientes que no era muy prometedor.
El Levante volvía a Primera División tras años caminando por el desierto e intentaba reforzar su zaga con un jugador de nivel. La cosa salió mal. Como había pasado apenas 24 años antes con otro Johan, en este caso Cruyff, este fichaje tampoco fue bueno para los intereses granotas.
Johan Mjällby el vikingo que no pudo triunfar en el Levante
Este alto y fornido central con pinta de Vikingo, nacido el 9 de febrero de 1971, llegaba procedente del Celtic de Glasgow, con una más que exitosa carrera a sus espaldas. Con unos cuantos títulos ganados en Escocia e internacional con Suecia, con quien había jugado el Mundial de 2002 en Corea y Japón. Ósea, un par de años antes de fichar por el Levante.
Por lo tanto, se trataba de un profesional contrastado que llegó al equipo valenciano con unas expectativas muy altas. De hecho los pocos partidos que jugó, demostró ser un más que buen central para la élite. Sin embargo, tenía un grave problema que su historial hacía prever.
No era otro que una lesión crónica en la rodilla que hizo que su historia en el Levante, durara menos que un trozo de hielo en el desierto. Y es que Johan Mjällby, sólo pudo jugar los tres primeros partidos de la Liga 2004/05, todos ellos como titular y dando un buen nivel, hasta que cayó lesionado de su rodilla. Que como era evidente, estaba francamente maltrecha cuando fichó por los granotas. Aún así, los médicos de la época, habían dado el visto bueno a su fichaje.
Mjällby, futbolista muy profesional y honrado
Pasaban las jornadas y el sueco no conseguía restablecerse de su dolencia. Intentó recuperarse sin éxito, hasta que al final en un gesto que le honró, decidió rescindir su contrato con el Levante, perdonando el resto de dinero que tenia que recibir por su contrato, al ser consciente que no podría cumplirlo y que no era culpa del club. Después se retiró del fútbol para dedicarse a ser entrenador asistente en el Celtic y a temas relacionados con el fútbol, además de hacer en su momento, sus pinitos como modelo. La historia de un mal fichaje por las condiciones en las que se encontraba en ese momento pero de un honrado, profesional y gran futbolista.